Ninguna precaución sobra al manejar bajo la lluvia

De acuerdo con la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), la experiencia indica que al conducir con lluvia se debe controlar la velocidad, en especial cuando el pavimento se encuentra parcialmente húmedo.

Sin embargo, si la lluvia es intensa y prolongada, hay que tomar otras medidas de precaución ante la posibilidad de encontrar un bache o tope, o si las condiciones empeoran, sufrir un derrape por las velocidades que se alcanzan.

El también llamado aquaplaning no es más que el deslizamiento por la pérdida de control del vehículo sobre una superficie mojada, lo cual ocurre debido a que los neumáticos pierden adherencia al pavimento y no son capaces de desviar el agua que se encuentra entre la llanta y el asfalto.

En su página de Internet, la AMIS señala que hay que tomar en cuenta que el riesgo de una colisión aumenta cuando se pierde la visibilidad, en especial si es de noche o si existe algún distractor.

De igual forma, recuerda que la pérdida de visibilidad por empañamiento y el flujo de agua constante en el parabrisas son inminentes, a lo cual se añaden los personajes de la urbe como peatones y ciclistas, por eso es de suma importancia moderar la velocidad.

Asimismo, explica que un automóvil requiere de cuidados especiales cuando se habla de temporadas de lluvia, pues del mantenimiento dependerá la seguridad de los ocupantes.

En ese sentido, exhorta a tener los neumáticos en buen estado, como mantener la profundidad de los dibujos, ranuras de evacuación y control del flujo de agua, con lo que se logra una mejor adherencia en caso de algún derrape, en tanto que la presión de los neumáticos se puede verificar en cualquier gasolinera o vulcanizadora.

También subraya que la actitud y responsabilidad del conductor pueden ser decisivas, puesto que una velocidad excesiva, la pérdida de visibilidad y los neumáticos en mal estado son elementos para que suceda un incidente que puede terminar en tragedia.