Documental de Las Rastreadoras, realidad de desaparecidos en Sinaloa

Los Mochis, Sin.-  En medio de tristeza y nostalgia, este viernes se exhibió el documental de Las Rastreadoras, en el Centro de Innovación y Educación, en el marco del Segundo Festival de Cine, CIE Proyecta 2017.

El trabajo documentado por Adrián González, muestra la realidad que viven cientos o quizá miles de mujeres con un familiar en calidad de desaparecido.

Expone historias desgarradoras de mujeres que sufren la ausencia de sus hijos, víctimas de privación de la libertad.

Está centrado en la líder de Las Rastreadoras de El Fuerte, Mirna Nereida Medina Quiñónez, quien fundó el grupo tras la desaparición de su hijo Roberto, mismo que ya fue localizado. Parte de este proceso se refleja en la cinta.

Entrevista la activista, dijo que documentar y plasmar mediante vídeos las actividades que realizan a lo largo de todo el norte de Sinaloa, donde se muestra cómo buscan entre el monte y cómo excavan en fosas clandestinas para desenterrar los cuerpos de sus hijos.

Mina Nereida dijo tener la esperanza, de que las personas que privaron de la libertad a sus familiares, se les ablande el corazón y les digan dónde están sus desaparecidos.

“La verdad, esto es algo que duele, tristemente tuvimos que formar este grupo por la desaparición de uno de nuestros seres queridos, empezando por mi hijo Roberto, bendito Dios yo, ya tuve la dicha de encontrar a mi hijo pero quedan muchísimas de Las Rastreadoras que siguen teniendo la fe y la confianza de que vamos a encontrar a sus seres queridos, como dicen ellas en el documental, por eso es que seguimos nosotras y vamos a seguir, esto no se va a terminar y aunque el documental tuvo fin, pero como dice Kaos (Adrián González), lo de nosotros no termina, porque desgraciadamente día con día son más las personas que vienen a buscar el apoyo de Las Rastreadoras”, reveló.

Al final de la proyección, Adrián González, creador del documental, agradeció a cada una de las integrantes de este colectivo, por abrir las puertas de sus casas, desde donde contaron sus historias, pero sobre todo, brindar la oportunidad de abrir su corazón a la gente que se ha mostrado indolente al tema de los desaparecidos.

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