No sólo la basura contamina

¿Alguna vez te han dicho que no te mirabas nada bien con algo que de verdad te gustaba?

¿Conoces a alguien que siempre está quejándose?

¿Te ha tocado querer mantener una conversación con alguien que sólo quiere tener la razón y demostrarlo?

¿Si te digo que muchas personas se victimizan de todo y hacen de su vida una aparente tragedia… se te viene algun conocido a la mente?

Día con día estamos rodeados de personas que con unas cuantas palabras, una mueca o un desplante, logran contaminar de toda esta negatividad a todos a su alrededor.

Son personas tóxicas, todas ellas: quienes envidian todo lo que los demás tienen, los que sólo presumen para sentirse superiores, quienes siempre te juzgan o critican si haces algo mal y, cuando lo haces bien, buscan algún error de tu parte, los que tienen la vida de los demás como tema de conversación permanente y solo saben expresarse mal del resto, aquellos que no agradecen nada, los que buscan convencerte a toda costa que ellos están bien y tu estas mal, quienes se ofenden fácilmente de cualquier palabra que puedas decirles…. Todos son TÓXICOS.

Son personas con conflictos internos, que posiblemente en un pasado hayan tenido experiencias desagradables, que desencadenaron en ellos un conjunto de acciones negativas que desahogan hacia las personas que los rodean, por lo que una persona tóxica, no precisamente tiene que ser mala.

Pero tampoco es algo que esté en nuestras manos cambiar, porque sólo cambia aquel que por voluntad propia desea hacerlo. Sin embargo, sí podemos convertirnos fácilmente en eso que odiamos de las otras personas, contagiarnos y ser tóxicos también, en respuesta a toda la negatividad recibida.

Darle cabida a la toxicidad de la otra persona provoca siempre cosas negativas, porque al fin y al cabo es un veneno que vamos dejando pasar poco a poco, es posible que trates de alejarte: de irte del salón de clases porque ya no puedes estar con tus compañeros que siempre te descalifican, o renunciar a tu trabajo porque ya no puedes con el autoritarismo de tu jefe.

Posiblemente acaben por convencerte de todos los defectos que te han inventado o provoquen que tú también critiques y agredas verbalmente en respuesta… y entonces sin duda alguna, cuando provoquen que te salgas de tus cabales, te marches de tu objetivo y renuncies a tus sueños, ellos habrán ganado, y el veneno habrá llegado a su efecto final, tu intoxicación.

Suponiendo que quieres evitar serlo a toda costa y sobrevivir a un mundo de personas toxicas sin dejar de hacer lo que te gusta, ser quien quieres y vivir a tu manera, puedes empezar hoy por liberarte de las personas.

Puedes determinar el impacto que tendrán los comentarios de los demás sobre ti, evitar tomar todo como algo personal, decir “No” ante aquello que no quieres hacer e irte del lugar al cual ya no quieres pertenecer, aunque no sea algo que todo el mundo haría. Puedes dejar de gastar energías para hacer que alguien cambie y mejor invertirlas en construirte a ti mismo, sonreír ante cualquier comentario desagradable, reconocer que es solo una opinión de una persona, no una verdad absoluta y seguir tu camino, como si nada y como si nadie.

Puedes dejar de esperar todo de los demás y valorar que te tienes a ti mismo, puedes renunciar a seguir conteniendo cargas ajenas y resolver las propias.

En fin, liberarte de las personas que te rodean, siendo tu quien toma las decisiones con base en tus objetivos, quien define lo que eres como persona y que tan lejos quieres llegar, el  autor de tu propio destino.