Estando en soledad

Vamos tocando uno de los más grandes miedos del ser humano: la mismísima soledad. ¿Qué dices? ¿Es buena o mala? 

Sin duda, le hemos hecho una pésima fama y sentimos cierta aversión hacia ella.

Existe todo un dilema en los diversos significados que damos a su concepto, más el innegable, es que soledad, viene de estar solo, el resto es la connotación negativa que le damos a estar solos.

La soledad puede ser una elección que dista mucho del aislamiento, del rechazo al contacto humano y del abandono, porque en la soledad siempre hay compañía, no desolación, porque es algo que visitas cuando es necesario y no un lugar al que hagas la mudanza para quedarte toda una vida.

Posiblemente tú seas uno de aquellos que tienen miedo a estar consigo mismo, de aquellos que evaden sus pensamientos con videos de internet, que pasan horas pegados a una pantalla y toman cualquier distracción que retrase la cita consigo mismos.

Aquel que, cuando por fin está solo, siente la necesidad de ignorarse a sí mismo, hasta quedarse dormido, con tal de no hacer frente a lo que siente y piensa. Quizás, por eso muchos duermen con la televisión encendida, la serie andando y el celular en mano, agotando el cuerpo para evitar el silencio que nos enfrenta a nosotros mismos cada noche.

Y he aquí el peligro al que nos enfrentamos por no saber sentirnos cómodos cuando estamos solos, nuestra vida se empieza a determinar por todas las acciones que emprendemos con tal de retener todo en nuestras vidas, haciéndonos dependientes, porque le tememos más a la soledad que a la mala compañía.

Aunque muchos ven a la soledad como sinónimo de fracaso y como la única opción para alguien sin amigos y sin familia, no siempre es así. La soledad es apartarte un poco de los demás, de vez en cuando, tan solo para pasar a ver cómo estás y tener una conversación contigo mismo que no podrías tener con nadie más.

De la soledad nace lo auténtico, lo original, la reflexión interna que nos lleva a la respuesta correcta; en la soledad se nos concede el gusto de por fin conocernos, de saber lo que somos y hasta donde somos capaces de llegar.

Soy de la idea de decir que estar solo, es estar con uno mismo y eso es la soledad, algo que se elige y que se aprovecha, porque de la soledad nace la confrontación con uno mismo, los pensamientos propios, los sueños altos y las benditas dudas, que nos hacen replantearnos toda una vida, toda una existencia: ¿quién soy? ¿qué quiero hacer? ¿cuál es el propósito de mi vida?, preguntas que nos salvan del pensamiento común y de la vida automática.

Así que, si estando en soledad te sientes triste y desamparado, quizás se deba a que no estas siendo una buena compañía y, tal vez, ya sea hora de hacer las paces contigo mismo.

FB: Aracely Ceballos (Chely)

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