No es cuestión de edad

Caemos en una contradicción tan fuerte respecto a lo que permite o limita la edad, que nos paralizamos mientras el tiempo pasa sin nosotros.

Que si estamos muy jóvenes, que si estamos muy viejos, que el tren ya partió o que nunca fue para nosotros ¿qué es todo esto que nos decimos tan frecuentemente?

Estamos rodeados de jóvenes que, por su edad, se sienten incapaces, sin suficiente experiencia y sin talento para cumplir sus propias metas y sueños, porque sienten que nadie les tomara en serio, que no habría una oportunidad porque, a su edad, son nada. Así que esperan y en la espera muchos pierden el objetivo y el tiempo pasa.

Estamos rodeados de adultos, que sienten que, por su edad, su momento se ha ido, que ya están demasiado grandes, maduros, viejos y cansados como para siquiera intentar. Que sienten que se verían ridículos si soltarán todo para dar un giro, que es tarde para cambiar o para volver a empezar.

Y exactamente así, se nos va la vida, pensando que para hacer las cosas hay rangos de edades.

Que hay una edad para estudiar, una edad para divertirnos, una para trabajar, una edad para casarnos, una edad para ser exitosos, para ser felices e incluso una edad en la que somos tan viejos que no queda más por vivir, en la que básicamente morimos en vida, mucho antes de que se nos llegue el momento.

Pero la realidad es que, durante toda nuestra vida, no dejaremos de aprender ni de equivocarnos, entonces ¿cuál es nuestro miedo? Lo más probable es que sea ser juzgados por los demás, tachados de locos, que no viven en su edad ni en su momento.

Pero es que los sueños, el éxito y la felicidad, no se alcanzan con los años, porque no es una cuestión de edad, no necesitamos llegar a viejos para decir que vivimos plenos, necesitamos sentir esa paz mientras vivimos el ahora.

Porque poco importan los años al lado de nuestra mentalidad y de nuestra actitud por hacer, donde posiblemente muchas cosas supondrán un reto para nosotros, pero eso no puede ser la excusa para privarse de las experiencias con las que queremos llenar nuestra existencia.

La vida no es una carrera, no hay tiempo límite, no hay ganador ni perdedor, no hay una velocidad establecida. Sólo momentos… que tú decides cómo y cuándo vivir, haz que cada uno cuente. Por eso, a tu manera y en tus tiempos, nunca te olvides de vivir tu momento al máximo o ¿acaso sabemos cuándo será el último?

FB: Aracely Ceballos (Chely)

WA: 698 116 3315

TW: @Chely_Ceballos