Sinaloa | Sur
Se reinstalan vendedores en banqueta de la Glorieta del Clavadista
Suspensión definitiva de Juzgado los ampara ante el desalojo de la autoridad municipal; acude Oficialía y se enfrascan en discusión
Mazatlán, Sin.- Emilio Gutiérrez López, tras convocar a la prensa, junto con otros tres comerciantes, llegó con su puesto de cocos, frituras y otros alimentos a reinstalarse en la banqueta frente a la Glorieta del Clavadista tras haber sido desalojados por autoridades municipales desde el 25 de noviembre.
El Juzgado Octavo de Distrito les concedió una suspensión definitivia que mostraron fícamente y que los ampara ante cualquier acto de autoridad, una vez que cuentan con el permiso vigente de Semarnat.
El Ayuntamiento, con la fuerza pública e inspectores de Oficilía Mayor, han evitado la reinstalación en otras ocasiones violando la orden del Juez.
Temen los vendedores que al retirarse los reporteros la Policía Municipal los vuelva a desalojar.
La autoridad argumenta limpieza a la imagen del lugar, mientras que patrullas de la Secretaría de Seguridad Pública se mantienen a la expectativa.
"Ya estamos cansados que nos pisoteen, lo único que queremos es trabajar, desde hace tres meses que no podemos hacerlo y el Ayuntamiento debe respetar la suspensión definitiva", expusieron los comerciantes.
Discuten vendedores con Oficial Mayor en la vía pública
El Oficial Mayor del ayuntamiento de Mazatlán, Juan Manuel Ochoa Álvarez, se hizo presente ante la reinstalación de vendedores ambulantes sobre la banqueta de la Glorieta Sánchez Taboada. Argumentó que la suspensión provisional que fue otorgada por un Juzgado a los comerciantes de acuerdo al Departamento Jurídico del Municipio no procede por no ser una zona federal.
En tanto se procedió a iniciar una plática negociación para tratar de convencerlos de ser reubicados a otra zona de la misma Glorieta del Clavadista u a otras de la ciudad para ejercer el comercio ambulante.
Sin embargo, esto no fue posible , sigue sin ser aceptado por los comerciantes, quienes exigen que se les deje vender en su zona de origen, porque en otros lados no venden nada.
Esto se convirtió en una discusión que no tuvo un acuerdo ante la exigencia de los comerciantes de ponerse a negociar pasado el periodo vacacional de Semana Santa y Pascua, durante la mayor derrama económica en el puerto.
La invitación a negociar del funcionario la dejó abierta, al retirarse del lugar.
