Oliver Pérez logra marca de ponches en Grandes Ligas

Boston, Massachusetts.- El emblemático Fenway Park resultó ser el escenario ideal para que el sinaloense Oliver Pérez concibiera la gesta que lo erige como un de los peloteros mexicanos más importantes en la historia de las Grandes Ligas.

Próximo a cumplir 38 años –el 15 de agosto–, el lanzador originario de Culiacán (Sinaloa) no sólo ha logrado este 2019 compartir con Fernando Valenzuela, Aurelio Rodríguez y Juan Gabriel Castro, el récord de 17 temporadas en el máximo beisbol del mundo.

La noche de este miércoles, desde el mítico Fenway Park, escenario donde se han concebido algunas de las mayores proezas del beisbol durante 107 años, permitió que el pitcher sinaloense escribiera un capítulo más en sus muros, o a decir del inmueble, en su terreno de juego; llegando a los Mil 500 ponches en Grandes Ligas, colocándose en el Top 3 de lanzadores mexicanos con mayor número strikeouts recetados.

La leyenda vigente de los Tomateros de Culiacán, subió al montículo en el sexto capítulo tomando el lugar de inicialista Shane Bieber (4-2) [pelotero 14 años menor, con apenas 15 apariciones en Grandes Ligas], quien dejaba el juego con ocho imparables tolerados, seis carreras permitidas (dos de ellas cuadrangulares), y seis ponches a su favor.

El primer lanzamiento de Pérez sería a Brock Holt con una bola de 77 millas por hora. Su segundo lanzamiento sería otra bola, esta vez a la velocidad de 89 millas por hora. Cantaría dos strikes con curvas de 89 millas, y finalmente tras el quinto lanzamiento, la pelota se pondría en juego para ser retirado en la primera base en un lanzamiento del segunda base Jason Kipnis al dominicano Carlos Santana.

Michael Chavis no tendría la mejor posibilidad. En su turno al bat, Pérez le cantó los tres strikes con bolas rápidas. Jackie Bradley Jr., sin embargo, lograría batear un sencillo que no logró el efecto deseado al ser atrapado por el jardinero izquierdo Greg Allen.

Por su parte, el peligroso puertorriqueño Christian Vázquez (mismo que le conectó un jonrón, en este mismo escenario, el viernes pasado al también sinaloense Roberto Osuna), no logró descifrar la estrategia de Pérez, y éste lo terminó retirando cantándole tres strikes continuos.

De esa manera, Oliver sellaría el sexto capítulo con un imparable tolerado y los dos rivales retirados, y para la séptima entrada culminaría su labor retirando a Andrew Benintendi, mismo que previamente había conectado un doble (en la segunda) y un cuadrangular de dos carreras (en la cuarta, y el sexto en su cuenta personal).

El temple y pundonor de Pérez logró neutralizar el poder y gallardía de Benintendi, retirándolo para adjudicarse su tercer ponche de la noche y alcanzar, de esa manera, los Mil 500 ponches de por vida en la Grandes Ligas.

Esta cifra coloca a Pérez Martínez en la tercera posición de lanzadores mexicanos con mayor número de strikesouts registrados en MLB; siendo superado por el hasta ahora inactivo michoacano Yovani Gallardo (Mil 584) y la leyenda Fernando Valenzuela (2 mil 74).

Los Indios superaron 14-9 a los Medias Rojas, para afianzarse la serie.

Más allá del resultado y el contraste que representó para el sonorense Héctor Velázquez (quien permitió las cuatro carreras con las que Cleveland ampliaría su ventaja en la séptima, sentenciando las acciones después de 9 episodios), Oliver encontró el momento para enaltecer su nombre.

El primer ponche en la historia de Oliver Pérez en MLB fue recetado al japonés Ichiro Suzuki, cuando portaba los colores de los Padres de San Diego en 2002, con apenas 20 años. El número 100 fue para Barry Bonds en 2003, también con Padres.

Con los Piratas de Pittsburgh consiguió los 500 ante Eric Bruntlett, mientras que con los Mets de New llegó a los 1000 cuando abanicó a John Lannan en 2008.

Con altas y altibajos, la historia ha sido un tanto injusta con Pérez. En lo individual continúa imponiendo récords, sin embargo, no ha logrado un título de Liga (ya sea Nacional o Americana), y la Serie Mundial, aún parece contemplarse desde un horizonte lejano.

Mientras continúe sumando entradas en su veteranía, el anhelo de portar un anillo de Serie Mundial se mantendrá latente para el mexicano de los 1500 ponches.

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