Internacional | 10/30/2025 12:03:00 a. m. | Ingrid Mateos
Este jueves 30 de octubre de 2025, la Iglesia Católica celebra a varias figuras que han marcado el cristianismo, pero entre ellas brilla una figura muy significativa y con una historia impactante: San Germán, obispo de Capua.
Junto a él, la Iglesia conmemora a otros santos y beatos que también dejaron una huella imborrable de fe a lo largo de los siglos.
San Gemán nació en una familia acomodada, pero decidió donar todos sus bienes a los pobres y llevar una vida sencilla y dedicada a Dios.
Como obispo de Capua, fue enviado por el Papa Ormisda a Constantinopla en el año 519 para resolver el cisma de Acacio, que había dividido durante años a las Iglesias de Roma y de Oriente bajo el gobierno del emperador Justino I.
El cisma de Acacio fue un conflicto entre la Iglesia de Roma y la Iglesia de Constantinopla por diferencias en la forma de entender la fe, especialmente sobre la naturaleza de Cristo.
Durante varios años, estas diferencias causaron división entre ambas Iglesias. San Germán fue enviado para mediar y, con gran maestría y fe, logró restaurar la unidad y la comunión.
Al final sí lo logró y se le recuerda por este triunfo diplomático, su amor al prójimo y la dedicación total que le tuvo a los más necesitados.
El Papa San Gregorio Magno declaró que San Germán fue amigo de San Benito de Nursia. Esto debido a que mientras San Benito oraba en el Monte Cassino, tuvo una visión en la que vio el alma de San Germán ascendiendo al cielo, llevada por ángeles, en el preciso momento de su muerte.