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Mexicali gana con blanqueada
Jake Sánchez se acerca a récord histórico de rescates en beisbol.
Hay blanqueadas que pesan más que el cero: exigen temple, un batazo oportuno y un bullpen sin temblor. Mexicali construyó ese manual en dos episodios y dejó a Obregón sin respiro, con un triunfo que huele a oficio y a cierre de temporada serio.
Los Águilas vencieron 3-0 a los Yaquis en casa, un duelo que se abrió hasta la sexta entrada, cuando Wynton Bernard comenzó la explosión.
Abrió el episodio con doble por el izquierdo y obligó a Obregón a mover el relevo: salió Fernando Sánchez y entró Cristian Alvarado.
Entonces llegó el batazo del juego: Estevan Florial, usado como bateador emergente por Manuel Orduno, cazó un lanzamiento y lo mandó de línea al derecho. Fue su tercer cuadrangular, suficiente para remolcar a Bernard y colocar el 2-0.
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Mexicali ya no soltó el acelerador. En el séptimo inning, Norberto Obeso conectó sencillo al izquierdo; Moisés Gutiérrez elevó de sacrificio al derecho y empujó la tercera carrera. Ese 3-0 sería definitivo porque Obregón no encontró manera de romper el libreto.
A un rescate de igualar el récord
La noche marcó también otro capítulo para Jake Sánchez: retiró la novena y sumó su rescate doce de la campaña y 133 en su carrera dentro de la Liga Mexicana del Pacífico.
Se coloca a solo uno de igualar la marca histórica de Isidro Márquez, dueño de 134 rescates en 21 temporadas. Esa persecución ya pesa cada vez que se abre la puerta del bullpen.
Mexicali presentó al ligamayorista Valente Bellozo, quien dejó tarjeta de cinco entradas, dos hits y cinco ponches, sin decisión pero con solvencia. La victoria se la llevó Kurt Heyer con una sexta entrada en orden, y luego desfilaron Juan Robles y Jesús Cruz antes de que Jake Sánchez asegurara el cierre.
Del otro lado, Fernando Sánchez cargó con la derrota tras permitir una carrera en cinco entradas dos tercios. Lo apoyaron Cristian Alvarado, Javier Rodríguez, Giovanni Vargas y Juan Macías, aunque el daño ya estaba instalado.
Mexicali viaja ahora a Los Mochis con un pitcheo encendido y un cerrador coqueteando con la historia. Obregón vuelve a casa obligado a ajustar el madero frente a Nayarit. En diciembre, los ceros no perdonan.
