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¿Quién es el santo del día? Santoral católico de este sábado 8 de noviembre de 2025
El santoral de hoy 8 de noviembre celebra a Juan Duns Scoto, el "Doctor Mariano", y a San Adeodato I, el Papa que curó leprosos
Por fin llegó el fin de semana para descansar, reflexionar y conocer a los grandes personajes que la Iglesia Católica celebra en esta fecha.
El santoral de hoy, sábado 8 de noviembre, celebra a diferentes santos y beatos reconocidos por la Iglesia Católica. Entre ellos destacan el Beato Juan Duns Scoto, conocido como el "Doctor Sutil" que defendió a la Virgen María, y San Adeodato I, el Papa taumaturgo quien curó a los leprosos.
Santos del 8 de noviembre
Además de nuestros protagonistas, el calendario de este sábado también nos recuerda a otros santos y beatos celebrados hoy.
- San Godofredo de Amiens: Un obispo que destacó por su radical pobreza y defensa de los pobres.
- San Claro de Tours: Discípulo de San Martín de Tours, conocido por su vida de contemplación y retiro espiritual.
- Los Cuatro Santos Coronados: Un grupo de mártires venerados desde los primeros siglos en Roma.
- Beata Isabel de la Trinidad: Mística carmelita, ejemplo de vida contemplativa a principios del siglo XX.
- San Wilehado de Brema.
Historia del Beato Juan Duns Scoto: El "Doctor Mariano"
Juan Duns Scoto, fallecido en 1308, fue una de las mentes más brillantes de su tiempo. Este presbítero franciscano se ganó el apodo de "Doctor Sutil" por su agudeza mental como teólogo y filósofo, enseñando en universidades tan prestigiosas como Oxford y París en los siglos XIII y XIV.
También es reconocido como el Doctor Mariano, pues él fue quien puso las bases teológicas más importantes para que, siglos después, la Iglesia definiera como dogma de fe que María fue concebida sin mancha de pecado original.
Su vida, terminada en Colonia, fue un ejemplo de cómo la inteligencia puede usarse para el amor a Cristo y a su Madre.
Historia de San Adeodato I: El Papa Servidor
San Adeodato I, cuyo nombre significa "Entregado a Dios", asumió el papado (el número 68) cuando Roma estaba en plena crisis en el siglo VII, afectada por invasiones y enfermedades. Sin embargo, en vez de detenerse, se puso manos a la obra.
Cuando un fuerte terremoto sacudió la ciudad, él lideró la ayuda a los afectados y se dedicó a cuidar a los enfermos, incluso a los leprosos, que en esa época eran temidos y marginados.
La tradición cuenta que su fe era tan profunda que curó a muchos de ellos, pues se le atribuía el don de la curación, llegando al extremo de sanar a un leproso con un simple beso en sus heridas. Un hermoso testimonio de caridad heroica en el ejercicio del papado.
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