Icono Sección

Opinión

El chantaje del Gobierno Federal a los agricultores

Alguien tiene que decirlo

Irónicamente, el Gobierno Federal pidió no ser chantajeado, precisamente utilizando como chantaje, la liberación de las instalaciones de Pemex en Topolobampo, Guamúchil y Culiacán para lograr una audiencia con el Secretario de Gobernación, audiencia que finalmente se canceló.

Mientras tanto, avanzan las trillas y crece la incertidumbre y la desesperación de los productores de alimentos.

Esos mismos productores que el Presidente de la República los llamaba "héroes" y afirmaba que el Gobierno Federal volvería a apoyarlos, porque habían resistido el abandono del campo en el periodo Neoliberal y seguían produciendo a pesar de los pesares.

A esos mismos productores que les prometió Precios de Garantía y que, a la fecha, no ha cumplido con los medianos productores de maíz.

A esos mismos productores a los que les quitó parte del presupuesto de la secretaría más importante del campo, hoy la SADER tiene casi 2,000 millones de pesos menos que el presupuesto que tenía en el 2018, mientras que el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) ha crecido 57% del 2018 al 2023.

A esos mismos productores que les eliminó instituciones como ASERCA y la Financiera Nacional y que les quitó los subsidios a las tasas de interés, a las primas de aseguramiento y múltiples apoyos a la tecnificación y mecanización del campo.

Hoy, la única solución a los problemas de comercialización que enfrenta, no sólo los productores sinaloenses, sino también, los trigueros de Sonora y Baja California y los de sorgo de Nayarit y Tamaulipas, entre otros estados con agricultura comercial, es que el Gobierno Federal sirva como interlocutor con los compradores y vía subsidios, negocien con los industriales para que vengan a comprar a estos estados.

Desafortunadamente, hay una cerrazón en Palacio Nacional, ya que en una "semanera", el mandatario estatal comentó que el Presidente le había dicho que no quería deberles favores a los industriales y que iban a someterlos.

Sin embargo, es imposible construir un precio para los productores, sin la participación de quienes van a comprar el grano.

Pero, habrá quien se pregunte ¿por qué es importante que se resuelve la comercialización del maíz y el trigo en Sinaloa?

En primer lugar, porque en una economía primaria como la nuestra, todo lo que le pase al campo, impacta directamente la economía de la ciudad. En Sinaloa, el 11% de la riqueza, la generan los productores de alimentos.

Del campo depende la cantidad, calidad y los precios de nuestros alimentos, dependen más de 10 millones de toneladas de alimentos que llegan a los 130 millones de mexicanos.

La agricultura genera más de 65,000 millones de pesos (el equivalente al presupuesto Estatal) y particularmente el maíz y el trigo representan más de 38,000 mdp con múltiples efectos en todos los sectores económicos. Además, el campo genera alrededor de 200 mil empleos anuales...

Y en ese sentido, la lucha de los productores es por la economía de Sinaloa, es por la producción de alimentos, por el control de la inflación y la autosuficiencia alimentaria.

Además, comercialización del campo es una obligación del Estado, garantizada por el artículo 27 fracción XX de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

Finalmente, urge resolver la comercialización de los granos, antes de que se convierta en un problema político, social y económico en todos los estados con agricultura comercial.

Por eso, le pregunto estimado lector: ¿volvería a votar por quienes están gobernando?