Sinaloa | Norte
«Por culpa de un borracho te me fuiste, hija mía»: madre de Ana María
Este día la joven fue sepultada; desde el cementerio su familia y compañeros exigen justicia, aseguran que no descansarán hasta que el culpable esté en prisión.
FOTO. Ernesto Torres / Martín Ruiz.
«¿Por qué te me fuiste antes de que llegara?, me dijiste que yo vendría primero a verte, pero no así, no es justo, mi niña», decía entre llanto la madre de Ana María, la joven a quien la mañana de antier, lunes 24 de abril, un joven que conducía en estado de ebriedad le quitó la vida mientras ella iba en un taxi a su trabajo.
Fue en punto de las 14:00 horas de este miércoles, cuando el cuerpo de la joven de 29 años fue levantado para ser llevado a la parroquia de San Judas, de la colonia Rubén Jaramillo, en donde celebraron misa de cuerpo presente.
Ahí había sólo algunos de sus compañeros taxistas de la Unión de Trabajadores del Volante, quienes acompañaron a los familiares, que lamentaban la pérdida de Ana María. Algunos de ellos viajaron de fuera para despedirse y coincidían en que «no es justo», «por qué a ella, si ella solo buscaba que su madre estuviera bien».
La joven, que trabajaba de radioperadora de la base de taxis, y a donde se dirigía el día del fatal accidente, se hacía cargo de su madre, era quien estaba pendiente de enviarle medicinas, de que se tomara sus medicamentos y de que su madre, originaria de comunidad de Tohayana, municipio de Guadalupe y Calvo, Chihuahua, estuviera bien y que no se preocupara.
El último adiós
Luego de escuchar los salmos en la parroquia, el sacerdote roció con agua bendita el féretro y lo llevaron al cementerio. Ahí, bajo un árbol, colocaron el ataúd y su familia le dio el último adiós.
El dolor se dejaba ver en los rostros desencajados por la impotencia y la rabia, porque le arrebataron la vida a Ana María, quien apenas empezaba a vivir, era una joven sana, que dedicaba su vida a trabajar para ayudar a su familia, decían en repetidas ocasiones entre lamentos sus compañeras.
Su madre, sin aliento, preguntaba «¿por qué tú hija, por qué no me esperaste a que te viniera a ver?», mientras abrazaba el ataúd donde descansaba el cuerpo de la joven víctima de un fatal accidente. Ahí, en medio de su llanto, lamentó que, por culpa de un conductor bajo los influjos del alcohol, ahora Ana María ya se ha ido.
«Por culpa de un borracho te me fuiste, hija mía, qué dolor siento», expresó más de una vez, mientras familiares la detenían a bordo de colapsar; por algunos momentos parecía desvanecerse.
No quedará impune
Luego, Rigoberto Rodríguez Pineda, Secretario de la Unión de Trabajadores del Volante, expresó sus condolencias a la familia; habló del ejemplo de buena compañera que fue Ana María como radioperadora, y comentó que jamás hubo una queja de los usuarios de taxis.
También, aseguró que la muerte de la joven no quedará impune, y que no descansará hasta que el responsable esté en prisión.
Después, realizaron el último pase de lista, en donde una a una sus compañeras se hicieron presentes, pero Ana María ya no pudo responder, porque su vida le fue arrebatada por un conductor que conducía con tercer grado de alcohol y a exceso de velocidad.
Al escuchar en el pase de lista el nombre de Ana María, taxistas, radioperadoras y familiares, al unísono gritaron ¡presente!, y casi al mismo tiempo, los gritos de dolor cubrieron el féretro de la joven.
Acto seguido, su madre no pudo más y se retiró del ataúd, y este fue dirigido a la sepultura del panteón Jardines de la Memoria, en donde ahora descansará por la eternidad Ama María. Q.E.P.D.
Te puede interesar:
MÁS NOTICIAS DE Sinaloa
