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Casas de 300 mil pesos ¿Aún es posible?

Las casas cada vez son más caras en la ciudad por el incremento de la plusvalía.

Casas de 300 mil pesos ¿Aún es posible?

FOTO: Temática.

El desarrollo de vivienda social es una proyección que cada vez se encuentra más lejos de la realidad en Los Mochis, pues aunque cada vez existen más familias que sólo podrían pagar de 300 mil pesos o menos, no existe reserva territorial barata que lo permita. 

Julio César Gastélum Sánchez, Cámara Nacional de Desarrolladores de Vivienda (Canadevi) Los Mochis, explicó que en los últimos años las constructoras han descartado la vivienda económica por el incremento en los precios de los terrenos, materiales, mano de obra y tardanza en los permisos de construcción. 

«La verdad es que son pocas las empresas que desarrollan vivienda económica, es la más golpeada, en este momento se ha complicado mucho, porque han subido mucho los valores, el valor de la tierra ha aumentado significativamente y eso indica que no te permita, porque finalmente la vivienda económica tiene un tope de precio y eso no te permite comprar una tierra cara, te sales del mercado y ya no tienes como construir y venderla», explicó.

Añadió que la industria de la construcción busca solventar la necesidad de vivienda que hay en la región; sin embargo, el déficit mayor está entre personas que no trabajan de manera formal y no tienen acceso a créditos de Infonavit.

Recientemente, Canadevi firmó un convenio con la Junta de Agua Potable y Alcantarillado de Ahome (JAPAMA) y el Ayuntamiento de Ahome para apoyo a la vivienda social, con licencias de construcción, ventanilla única para trámites y hacer el proceso de registro en alrededor de 90 días.

Lo anterior permite abaratar costos, pero es insuficiente para lograr desarrollo de interés social. 

«Se trata de incentivar un poco la vivienda económica, es la más afectada por así decirlo, ayudar a manejar unos descuentos de las licencias de construcción, de conexión, en darle facilidad para que tengan el trámite más rápido», explicó.

Desde que se proyecta un fraccionamiento hasta que se inicia la construcción, las constructoras tardan alrededor de un año, gracias a los trámites burocráticos locales, por lo cual este convenio ayudara a reducir el tiempo a 90 días. 

Explicó que cuando se tarda mucho en tener los permisos e iniciar la construcción se incrementan los costos de inversión, por ello es importante que los trámites sean menos burocráticos.

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