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Opinión

¿Drogarías a tu hijo?

Compu Fórmula.

Darle un celular o una tablet a un niño menor a 8 años es como darle drogas. Un niño con una obsesión con el teléfono celular es como un adicto.

La tecnología ha hecho mucho para que nuestras vidas sean más fáciles y más eficientes. Es más, muchos vivimos de eso.

Lo malo ahora es que se está volviendo común que los niños tengan su propio dispositivo móvil, porque los padres no piensan en el impacto que estos pueden tener en sus hijos.

Para empezar, los celulares ponen en peligro el desarrollo general del niño.

Un celular puede convertirse en una fuente de adicción que atrapa sus mentes y los cautiva durante mucho tiempo, incluso hasta la edad adulta.

Expertos en adicciones advierten que darle a tu hijo un celular o tablet antes de los 8 años es como darle un gramo de cocaína.

Y es que el tiempo que se le dedica a navegar por las redes sociales ó juegos en el caso de los adolescentes y el tiempo que niños más pequeños pasan viendo videos o imágenes constantes, es similar a una adicción a las drogas o al alcohol.

Especialista en clínicas de rehabilitación de Harley Street, Mandy Saligari, aseguran que el tiempo frente a la pantalla con demasiada frecuencia se pasa por alto como un posible vehículo para la adicción en los más jóvenes.

"Cuando le das a tu hijo una tableta o un teléfono, realmente le estás dando una botella de vino o un gramo de coca", aseguran los expertos.

(aquí la página: https://www.charterharleystreet.com/mandy-saligari/)

Entre los efectos que pueden sufrir desde temprano está la depresión, la ansiedad, dolor de cuello y muñeca, trastornos de sueño y sentimientos de inseguridad.

Los teléfonos inteligentes provocan dependencia y pueden interferir con las experiencias de la vida real. Sí, está bien, necesitamos el celular para trabajar, hacer compras, estar informados o entretenernos, pero las mamás y los papás deben saber que el hacer que los niños se distraigan con el teléfono puede afectar el desarrollo mental y emocional de un niño.

Un estudio de la Universidad de Maryland compara la adicción a los dispositivos móviles a estar enganchado a la cocaína. La cocaína es una droga ilegal que funciona como estimulante.

Cuando una persona usa esta sustancia altamente adictiva experimenta una repentina sacudida de energía y placer, al estar constantemente conectados a Internet.

Una vez que el cerebro detecta un pico de dopamina, también conocida como la hormona de la felicidad, la persona siente instantáneamente una oleada de placer. Naturalmente, es difícil dejar un mal hábito que te hace sentir extremadamente bien.

¿Cómo ve?

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