Liberar a hijo de "El Chapo" detuvo una guerra en Culiacán: experto

Culiacán, Sin.- Aunque las autoridades todavía tienen muchos puntos que aclarar, la liberación de Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín "El Chapo Guzmán", evitó lo que hubiera sido una verdadera guerra en Culiacán, señaló Tomás Guevara, responsable del Laboratorio de Estudios Psicosociales de la Violencia. 

Mencionó que, aunque la percepción de una gran parte de la sociedad es que, el gobierno estuvo rebasado por la delincuencia organizada, y que, en ese sentido, debió haber mayor firmeza hacia los sicarios que sitiaron la capital sinaloense, la historia de México ha demostrado que el combate frontal a las células delictivas no ha dado buenas resultados, pues así quedó claro en los sexenios de Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto, en los que las cifras de muertos fueron similares a las de los países en guerra. 

"Yo pienso que es necesario entender las dimensiones exactas de esta visión que se tiene de procurar la paz y la tranquilidad en lugar del enfrentamiento artero con los sicarios, sin embargo, estamos acostumbrados, por la presencia de la violencia, a pensar que la respuesta que el estado debe de dar es la del enfrentamiento, y pensamos que esa es la respuesta ante la preopotencia con que estos tipos se presentan con toda la impunidad, con la ley en sus manos transformada en armas, sin embargo, esa estrategia de enfrentamiento, si revisamos la historia de las últimas 4, 5 décadas, vamos a ver que no ha dado resultados, hoy estamos peor que hace 30 años", expresó. 

El experto, dijo que los estudiosos en los temas de la violencia se encuentran discutiendo para tratar de entender la estrategia del nuevo gobierno para restablecer la paz, pero que, lo que sí se percibe es que la delincuencia está mucho más organizada que los gobiernos, pues, además, falló la inteligencia y pudieron más que las autoridades los aliados del narcotráfico que sometieron al pánico a todos los ciudadanos. 

Tomás Guevara dijo que el impacto de los sucesos son aún mayores, pues los culiacanenses estaban ya cambiando la percepción de la ciudad, al no haber, en los últimos dos años, espirales tan marcadas de hechos delictivos en las calles, y que, en ese sentido, son incalculables las secuelas mentales que dejará como marca el operativo  fallido para atrapar al hijo de Guzmán Loera; sin embargo, argumentó que confía en que haya una pronta recuperación de la tranquilidad de las personas. 

"Yo sí creo que va a tener efectos dañinos para la salud mental, psicológica, mental y emocional de la población, porque fue realmente horas de pánico, pero también pienso que esta población está hecha a base de golpes, pero está también harta de tanta violencia y tanta muerte", expresó.

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