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Opinión

Uniformes escolares… El feliz retorno

Punta de Lanza.

03/21/2018

El Gobernador del Estado de Sinaloa, Quirino Ordaz Coppel, sigue dando muestras de su habilidad para gobernar.

Esa habilidad tan necesaria en un gobernante, no solo para tratar y atender, sino para sentir en carne propia los problemas de sus gobernados.

Así observamos a Quirino, el hombre que el PRI detectó en las filas empresariales de Sinaloa para jalarlo a su plataforma política y lanzarlo como candidato a gobernador en las elecciones de 2016.

Quirino Ordaz, el personaje que en aquellos tiempos fue visto por muchos como un improvisado que el PRI nacional, por mandato presidencial habría utilizado como ofrenda a un grupo político local para que encabezara la lucha electoral.

"Nadie lo conoce en Sinaloa…", "Es un improvisado sin trayectoria partidista ni experiencia política", fueron algunos de los comentarios que la candidatura priista de Quirino Ordaz Coppel generó no solo en las filas tricolores sino en el entorno político estatal de aquellas fechas.

Otros más creyeron que lo enviaban a perder la gubernatura como parte de una componenda política de altos vuelos con el PAN con miras a las elecciones presidenciales del próximo 1 de julio de este 2018.

Pero todos se equivocaron. Quirino Ordaz, el hombre que vino del mar, pudo remontar las desventajas político-electorales y escalar paso a paso la empinada cuesta en que estaban instaladas las simpatías ciudadanas hasta lograr su conquista y ganar las elecciones. Su gran trofeo fue la gubernatura de Sinaloa.

Hoy, a casi 15 meses de iniciado su ejercicio de gobierno, observamos que Quirino Ordaz está dando señales evidentes de que para ser un buen gobernante no necesariamente se requiere a un hombre o una mujer con una larga trayectoria en las lides de corte político, y tampoco ser los paladines de la simpatía y la popularidad.

Hoy sabemos, por enseñanza del propio Ordaz Coppel, que el contar con un largo tránsito por la vida partidista y la consabida popularidad mediática, no son necesariamente garantía para ser un buen gobernador.

Existen cualidades y virtudes de mayor peso, vitales para ser el gobernante que el pueblo exige.

1.- Un alto sentido de la honestidad.

2.- Sensibilidad para entender el sentimiento y las necesidades más apremiantes de los habitantes de nuestro Estado.

3.- Un conocimiento profundo y profesional para el manejo, control y destino de los recursos financieros.

Para fortuna de quienes habitamos esta tierra de los once ríos, Quirino resultó ser ese hombre fundamental que el Estado reclamaba al término del mandato constitucional de Mario López Valdez.

Y es que sabemos todos que el gobierno de MALOVA dejó grandes pendientes en materia de deuda pública y privada, así como graves desvíos financieros lo que obligaba al nuevo gobierno a trabajar con pinzas finas en el aspecto del manejo del dinero, si no se quería que el Estado colapsara.

Para Quirino era indispensable no solo atender los reclamos sociales en materia de obra pública, sino de la misma manera atender otros temas subsidiarios que de manera populista y sin discreción implementó su antecesor. Acciones que por supuesto la gente reclamaba a grito abierto.

Era entonces, un duro paquete que el nuevo gobierno de Quirino supo sortear no solo por su habilidad y conocimiento del manejo del dinero público, sino por sus indiscutibles relaciones con los hombres de las altas esferas del gobierno federal, lo que le permitió agilizar y concretar sus gestiones oficiales.

Por todo ello puedo comentar con conocimiento de causa, que hoy en día,   Quirino Ordaz está ejerciendo un gobierno con una visión  de cara a la gente, y con una mano que se mueve al compás del ritmo que las necesidades sociales le marcan.

El ejemplo más claro de todo lo antes expuesto nos lo ofrecen las múltiples simpatías que el gobernador de Sinaloa está cosechando de parte de nuestros conciudadanos durante sus permanentes giras de trabajo que lleva a cabo por lo largo y ancho de nuestro territorio.

Pero, si quedaba alguna duda respecto al efectivo trabajo que realiza Quirino Ordaz Coppel en Sinaloa, habría que señalar el anuncio que hizo recientemente respecto a la decisión de su gobierno de retomar el subsidio de los uniformes escolares para alumnos de educación básica de todo el Estado.

Serán dos uniformes para cada alumno en el próximo ciclo escolar, cuya inversión por parte del gobierno estatal será de 250 Millones de pesos, informó el mandatario.

Sin duda una acción que fue recibida con beneplácito por parte de los padres de familia, y un revés para los críticos de un gobierno que había preferido sortear los sinsabores de la impopularidad que le había generado la dolorosa pero necesaria medida de suspender temporalmente el subsidio de los uniformes escolares en espera de diseñar un manejo serio, honesto y responsable de los recursos del Estado.

Quirino lo logró en apenas un año, y hoy sale a informar al pueblo de Sinaloa que el barco que amenazaba con naufragar, navega ya con estabilidad y buen rumbo, por lo que los beneficios sociales seguirán fluyendo para llegar al destino adecuado… Es decir, la acción de su gobierno se percibe ya en los hogares de los sinaloenses… Lo dicho, Quirino está resultando una revelación en materia de buen gobierno.

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