Separación de Pareja

Edith Sánchez, psicóloga española, comenta que las rupturas de pareja suelen ser muy difíciles de sobrellevar, incluso traumáticas, para quienes las sufren. De hecho, la pareja es uno de los temas que encabezan las preocupaciones de un buen número de personas en el mundo. 

En incontables oportunidades las rupturas se dan cuando en la pareja todavía hay amor. Por ello es importante que permanezcas atento y no permitas que ciertas conductas comiencen a deteriorar la relación. 

Dentro de estas conductas hay tres que intervienen en la mayoría de las rupturas amorosas:

1.- El exceso de críticas. Hay quienes reclaman a su pareja no

ser “el príncipe” o “la princesa” de la que se habían enamorado. En el fondo, lo que critican es no haber respondido a esa fantasía que tenían en su mente. Dicen que el otro “cambió”. 

Muchas rupturas de pareja se evitarían si en lugar de estar luchando porque el otro cambie, trabajáramos con nosotros para aceptarlo. 

2.- Los comportamientos defensivos. Uno se siente amenazado, real o imaginariamente. Y el otro es un eterno sospechoso que, o comienza a desarrollar sentimientos de culpa infundados, o juega a controlar el miedo del otro.

En estas condiciones la pareja ya no se siente unida por el amor, sino por el conflicto. Desconfían el uno del otro. Se protegen de su pareja. En ese punto, o se confronta el problema para encontrar la solución o se da paso a una ruptura que puede ser muy sana para los dos.

3.- La evitación del conflicto. La lógica que impera es la de ignorar los problemas para no dar lugar a discusiones, distanciamientos o por supuesto, rupturas.

Alguno de los dos puede estar actuando de manera equivocada, desconsiderada o lesiva para el otro. Sin embargo, quien es objeto de todo esto se calla. No dice nada porque sabe que hablar puede ser la gota que rebose la copa y dé lugar a una ruptura. 

Lo que une a la pareja en este caso es la dependencia y el miedo. Lo malo es que por más que se eluda el conflicto, éste no desaparece. Siempre que dejas un problema por ahí sin resolver tiende a crecer.

Lo usual es que aparezcan grandes caudales de angustia. También que emerja una gran tristeza o incluso depresión. Y, mientras tanto, el problema central sigue agravándose.

Mantener unida a una pareja no es solamente un asunto de afecto. Se requiere inteligencia para sortear las contradicciones que siempre surgen. 

Si realmente te interesa evitar la ruptura, lo mejor es aprender a comunicarte amorosa, pero también francamente con tu pareja y abandonar las fantasías de adolescencia, que traen mucho más sufrimiento que satisfacción. (Hasta aquí Edith Sánchez).

El acercamiento a la problemática de separación de las parejas por Edith Sánchez es en principio acertado y hasta fácil de entender.

Sin embargo, en el último párrafo expresa, con muy buena voluntad sin duda, lo que para ella es lo mejor que usted debe hacer para evitar la separación.

Nos dice que además de aprender “a comunicarse amorosa y también francamente se deben abandonar las fantasías de la adolescencia”.

Bueno, suponiendo que tal olvido fuera posible, todavía faltaría el abandono también de las fantasías de la INFANCIA, aprendidas en las familias originales de cada uno y de las cuales difícilmente tienen consciencia ambos miembros de la pareja.

Así que mejor: Piénsele bien y seguiremos platicando.

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