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Opinión

Señales del Cuerpo

Pensándolo bien.

La psicóloga española Dolores Rizo nos dice que estar en conexión con nosotros mismos es entender las señales que nos envía nuestro cuerpo, el cual nos habla a través del dolor, la enfermedad y, como no, de la salud en general. Cómo nos sentimos físicamente es una señal de cómo nos encontramos psicológicamente en la mayoría de las ocasiones.

En el ritmo de nuestra vida diaria esta conexión se va debilitando progresivamente y dejamos de entender por qué nos ocurren las cosas, sin saber cómo recuperar el equilibrio. Poco a poco perdemos la habilidad de interpretarnos. Por ello, cuando aparecen el dolor y la enfermedad es importante saber qué nos están diciendo para descubrir cuál es el camino de vuelta hacia la salud y el bienestar.

La enfermedad es el medio por el cual nuestro cuerpo nos habla y nos dice que algo no funciona bien, solicitándonos que algo tiene que cambiar. De hecho, nos obliga a cambiar el ritmo de nuestra vida diaria y nos impide seguir al mismo paso que llevábamos hasta ese momento, imponiéndonos un cambio hacia la salud.

Cuando caemos enfermos, solo nos queda comenzar a cuidarnos. Pero no solo atendiendo a los aspectos físicos, sino también a los emocionales, psicológicos y espirituales.

La vida en esencia es equilibrio, armonía y salud. La enfermedad nos dice que se ha roto ese equilibrio y que tendremos que restaurarlo, buscando el camino del cambio para intentar mejorar nuestra situación y encontrar en la medida de lo posible la forma para equilibrarnos.

Uno de los problemas que incrementa ese ignorar lo que nos sucede es la forma de vida que llevamos. Así, la mayor factura del estrés y la prisa con la que vivimos es la desconexión con nuestro interior porque cuando esto ocurre, dejamos de atender las señales del cuerpo y nuestra mente, exponiéndonos al límite y tensando la cuerda al máximo… hasta que se rompe. 

Mucho antes que la enfermedad se presente, nuestro cuerpo nos envía señales de alerta en forma de síntomas, dolores, malestar o debilidades.

Existen muchas dolencias que tiene su origen en hábitos inadecuados que vamos adquiriendo a lo largo de nuestra vida, como son la mala alimentación, los hábitos insanos de sueño o descanso o las posturas corporales inadecuadas, ocasionadas a veces por el ámbito laboral. 

También nuestro cuerpo acaba resintiéndose cuando vivimos sometidos a mucho estrés, adicciones o excesos, como las prolongadas jornadas de trabajo.

Si procuramos mantener el equilibrio, cuidaremos nuestro cuerpo, y en consecuencia nuestra vida. 

Porque, aunque existan situaciones que escapen de nuestro control, hay muchas otras en las que sí podemos intervenir para vivir mejor. (Hasta aquí Dolores Rizo).

Es cierto que muchas de las enfermedades se originan por los abusos de los patrones, como se puede ver en la estructura arquitectónica de las oficinas: un diseño destinado a un lugar de trabajo individual solitario en un mínimo espacio rodeado de aparatos computacionales y otros, sin la posibilidad de comunicación con los compañeros, en un claro diseño de aislamiento para la explotación más eficaz.

Es correcta la crítica de Dolores Rizo a la manera empresarial de organizar el trabajo sin importar la salud de sus empleados y también la llamada de atención a la sordera personal ante las señales del propio cuerpo es acertada.

Así que usted mejor cuídese…      

Piénsele bien y seguiremos platicando.

jperezrobles@gmail.com


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