Opinión
Reclamar
Pensándolo bien.
06/19/2018
Edith Sánchez, escritora y periodista colombiana, dice que el dilema de reclamar no puede ser más relevante de lo que parece a primera vista. Cuando resulta necesario formular una reclamación y no se hace, damos pie para que pasen por encima de nosotros. Y cuando reclamamos por algo que no lo amerita, podemos dar lugar a un conflicto innecesario.
Lo cierto es que no siempre es válido iniciar una reclamación, bien sea personal o de trabajo.
En principio, podemos afirmar que es necesario reclamar cuando se afecta un derecho básico o fundamental, cuando el daño causado tiene efectos que no son solo inmediatos, sino que condicionan tu bienestar a mediano y largo plazo y cuando se atenta contra la dignidad. Esto puede darse de manera verbal, física o simbólica. En ninguno de esos casos debe aceptarse.
¿Cuándo NO reclamar? Cuando alguien nos causa un daño, una molestia involuntariamente. Tampoco es adecuado reclamar cuando lo que resulta afectado es nuestro ego o nuestra vanidad. Por ejemplo, cuando no nos invitan a una reunión en la que esperábamos participar. Uno de los casos en los que nunca deberíamos reclamar es en aquellas ocasiones en las que hemos hecho un favor a alguien y esperamos que nos lo devuelva. Cada quién está en todo el derecho de devolver el favor o de no hacerlo. De uno depende también volver a hacerle un favor o no.
Finalmente, siempre es mejor hacer cualquier reclamación cuando la molestia no esté a flor de piel. Siempre trata de calmarte antes de reclamar.
(Hasta aquí Edith Sánchez).
Comentario de JPR:
De todas las recomendaciones sobre cuándo reclamar y cuándo no, la última reflexión del texto de Sánchez es definitivamente certera: “Es mejor hacer una reclamación cuando la molestia NO esté a flor de piel. Siempre trata de calmarte antes de reclamar.”
Las demás formas de juzgar la reclamación, en este texto, son dependientes de la aparente intencionalidad de la otra persona o del deseo propio. Tales fuentes en realidad producen juicios frecuentemente dudosos.
En todo caso, si te vas a tomar el riesgo de reclamar es porque para ti vale la pena. Pero si quieres efectividad siempre hazlo ya que logres calmarte, así es como evitarás que se revierta.
O sea, antes de reclamar… Piénsele bien y seguiremos platicando.
MÁS DE Javier Pérez Robles