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Opinión

Quirino… El peso de su perfil

Punta de Lanza.

08/04/2017

Muchos dimes y diretes han circulado a lo largo y ancho del estado por la forma en que Sinaloa está siendo gobernado por Quirino Ordaz Coppel.

El Congreso local se ha convertido en la caja de resonancia de actos políticos ahí celebrados, para algunos impopulares y para otros necesarios, pero que pegan de manera severa en las oficinas principales de gobierno estatal.

Y esas acciones de corte legislativo son utilizadas por grupos sociales antagónicos a todo lo que huela a gobierno para golpear la imagen de Quirino Ordaz.

Aquí lo interesante es que el gobernador está demostrando temple y fuerza política para gobernar el Estado, y eso ya es mucho decir, por lo tanto es también prometedor de que las cosas van por buen camino.

Ante los hechos recientes, se hace necesario recordar que desde el momento mismo en que el nombre del empresario mazatleco se empezó a escuchar entre los posibles candidatos del PRI a la gubernatura las opiniones se dejaron venir en cascada.

Así ocurrió cuando tuvo que aprender a recibir críticas abiertas y despiadadas, tanto de los seguidores de los que aparecían como prospectos a la candidatura del PRI, como por los mismos aspirantes, aunque en estos casos de manera discreta y subterránea.

Y es que la sola presencia en la lista de prospectos a la gubernatura de un hombre que no estaba siquiera considerado para tan alta e importante encomienda partidista, sin duda incomodaba a todos. Léase, seguidores e impulsores del resto de los que se habían estado manejando y, por supuesto, de los propios aspirantes.

Para clarificar un poco el panorama, recordemos entonces la famosa y polémica lista que en aquellos días manejaba el PRI.

David López Gutiérrez, Heriberto Galindo Quiñónez, Aarón Irízar López, Daniel Amador Gaxiola, Diva Hadamira Gastélum Bajo, Sergio Torres Félix, Gerardo Vargas Landeros y Óscar Lara Aréchiga. 

Y, de pronto, a la lista se filtra el nombre de Quirino Ordaz Coppel, con las consabidas reacciones de inconformidad y extrañeza de propios y extraños.

Hubo, por supuesto, críticas al propio partido y al Presidente de la República, Enríque Peña Nieto, por lo que consideraban una atrevida y riesgosa decisión política, debido a la poca popularidad que entonces ofrecía la persona de Quirino Ordaz en el grueso de Sinaloa.

Sin embargo, nada hizo que el barco tricolor con el acuerdo ya tomado arribara a puerto seguro. Literalmente a Mazatlán.

Pero pronto, superado el trago amargo, y como buenos militantes las huestes priistas, empezaron a aceptar los lineamientos marcados y se fueron integrando y alineando a los trabajos partidistas en favor del candidato ungido.

El primer paso era adoptar una actitud de madurez y lealtad hacia su partido y, enseguida, darse a la tarea de promover la figura de Quirino Ordaz en aras de posicionarlo en el ánimo de la sociedad votante de Sinaloa. 

Así, dicho y hecho, las cosas poco a poco empezaron a acomodarse de mejor manera para el inesperado candidato a gobernador.

Atrás irían quedando los reclamos, gritos y sombrerazos de las famosas bases tricolores y, de la misma manera, los discretos y en algunos casos abiertos y francos reclamos, y berrinches de algunos integrantes del pelotón de prospectos a tomar la estafeta de candidato.

Pero no podríamos, por supuesto, negarle al hoy Gobernador de Sinaloa el derecho de comentar en el sentido de que, si bien es cierto que su candidatura cayó como balde de agua helada en el ánimo e ilusiones de ciertos personajes del primer círculo político de Sinaloa, cierto es también, que hubo mucha gente que aplaudió y se sumó de inmediato a la decisión tomada por los altos mandos nacionales de su partido.

Los argumentos favorables de quienes recibieron con júbilo la candidatura de Quirino, se dejaron sentir, no sólo en las mesas de café, columnas políticas y noticieros de radio y televisión, sino también de la gente común y corriente amante de analizar y opinar de política desde las gradas y detrás de la barrera.

1.- Es un hombre honesto y de trabajo

 2.- Empresario exitoso

3.- Más hombre de negocios que político de escuela

4.- No tiene nexos con gente ligada al narcotráfico

5.- Es un experto en el manejo de las finanzas públicas

6.- Es amigo del Presidente de la República

7.- Cuenta con una familia honorable y de respeto

8.- Es serio, responsable y emprendedor

9.- No pertenece a grupo político y por ende llegaría al poder sin compromisos con cuates ni cuotas

10.- Llegaría al poder con las manos y la conciencia limpia para gobernar con libertad y transparencia

Esos fueron, entre otros, los argumentos que el Presidente Peña Nieto y los mandos del CEN del PRI tuvieron en sus manos y que al confrontarlos con el resto de los aspirantes, sirvieron para inclinar el fiel de la balanza en favor del hotelero mazatleco.

Hoy, al transitar sus primeros siete y difíciles meses de gobierno, el inventario antes citado y que da vida al perfil de Quirino Ordaz Coppel empieza a cobrar vigencia y arrojar los resultados que el pueblo de Sinaloa demanda.

Más allá de exigencias intransigentes y posturas de linchamiento político promovidas por personajes vestidos con erráticos trajes de luces de matadores, debido a decisiones y directrices gubernamentales a veces inentendibles pero necesarias y acordes a las exigencias que los tiempos modernos exigen, Ordaz Coppel sigue capoteando los vendavales y con mano decidida dirige el barco de Sinaloa hacia los objetivos que el pueblo exige.

Insisto, los logros ya están siendo tangibles, principalmente en materia de seguridad pública, sin que se quiera afirmar que Sinaloa ya superó la crisis que nos flagela desde hace décadas, se puede asegurar que hay tendencias que nos indican que los índices de delitos de alto impacto, como el robo de vehículos, secuestros y homicidios en las principales ciudades empiezan a transitar a la baja.

De mantener esa tendencia en los delitos antes citados, estaríamos ante el logro del primer y mayor reto planteado y bien atendido de manera responsable por Quirino Ordaz Coppel.

Los distintos retos en materia de gobernabilidad y atención a los reclamos sociales están vigentes y la ciudadanía sinaloense espera que los resultados se sigan presentando de manera puntual.

Quirino encara los retos y en ello dice estar trabajando de manera entusiasta todos los días… El gobernador dice estar dispuesto a demostrar con hechos, no solo a su partido, sino al Presidente de la República que confió en él, para entregarle la candidatura, y por supuesto al pueblo de Sinaloa, que los valores de su perfil ilustrados líneas arriba están vigentes y que no se equivocaron al otorgarle la responsabilidad de ser el gobernador de un estado tan rico y próspero como Sinaloa… El tiempo fatal dirá la última palabra.



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