Quirinazo legislativo… Un tiro de precisión

El Gobernador de Sinaloa, Quirino Ordaz Coppel, es un buen hombre, un excelente empresario, pero un mal político. Así lo está evidenciando el papel de conductor de los destinos de ésta entidad que juega hoy en día.

Es evidente que el ser un buen hombre no basta para ser un buen gobernador, pero tampoco lo garantiza su calidad de empresario exitoso.

Y si con los dos atributos arriba señalados no es suficiente para poder aspirar a ser considerado un buen funcionario público, menos lo será si el personaje no es un político destacado y con el colmillo de la experiencia tan necesario para encarar los grandes retos que el cargo de gobernador exige.

Y por desgracia, según se ve, Quirino Ordaz no parece ser el político experimentado, cuya visión le permita tomar las mejores decisiones. Pero lo interesante es que, al parecer, a  Quirino “ya le cayó el veinte”, como se dice en la jerga popular, que gobernar el Estado de Sinaloa no es juego de niños y menos un juguete para alcanzar el brillo y el aplauso popular.

Lo entendió así el mandatario estatal, el día en que acudió al estadio Ángel Flores de Culiacán para encabezar el acto inaugural de la serie del Caribe de beisbol… El público lo abucheó, pese al corto tiempo en que Ordaz Coppel lleva al frente del Gobierno del Estado.

Sobra decir que ese acontecimiento le significó el primer trago amargo que habría de saborear el buen hombre y excelente empresario mazatleco. Lo obligó a asumir el alto cargo público que ostenta.

¿Por qué me rechifla la gente si apenas estoy asumiendo el cargo de Gobernador del Estado?, sería quizá la pregunta que Quirino Ordaz le presentó a su grupo de asesores políticos.

La respuesta que el gobernador debió recibir de parte de su equipo de apoyo pusieron a operar en busca de encontrarle la cuadratura al círculo político que encierra la actividad oficial que el gobernador Ordaz tiene a su cargo.

Entendemos de tal modo, que la bola beisbolera sacó a Quirino de su fiesta electoral, obligándolo al mismo tiempo a voltear su vista y atención hacia otra bola… En tal caso a la bola de asesores, a quienes tuvo que exigir poner mayor atención a su tarea de orientarlo por la ruta correcta en su afán de bien gobernar.

Y las ideas, como lanzas de guerra convertidas en proyectos de gobierno se dejaron sentir con la intención de lograr su fortalecimiento y por supuesto para conquistar la aceptación social tan necesaria e indispensable para los egos de nuestros políticos.

Y, así, surgieron de tal modo los acuerdos que a estas alturas de “la película” todos sabemos, ya transitan hacia su consolidación.

1.- Instrumentar una medida emergente para atender el grito de una sociedad que cada día reclama con mayor énfasis un estado en el cual pueda vivir tranquila y en santa paz. 

En éste tema la determinación fue la de solicitar el auxilio de las fuerzas armadas de México, por considerar que en estos momentos son los únicos que garantizan una lucha real y efectiva para combatir a los grupos delincuenciales.

2.-Darle trámite a la urgente necesidad de nombrar al nuevo Fiscal general de justicia de Sinaloa, bajo un diseño que le garantice a Quirino Ordaz que el personaje electo sea de su absoluta confianza, pero sin que en la elección se llegue al grado del descaro político que pudiera generar sospechas o reclamos de la sociedad.

Y se lanza así,  la convocatoria para que los postores al alto cargo de encabezar la procuración de justicia en Sinaloa se anoten para ser analizados y posiblemente aprobados por los Diputados del congreso del Estado.

3.- Agilizar igualmente el gran pendiente de nombrar al nuevo Auditor Superior del Estado, el cual, como sabemos, será el encargado de revisar de manera exhaustiva las cuentas públicas del Gobierno del Estado y los ayuntamientos de Sinaloa.

Sabedores de que el ojo ciudadano está más vigilante que nunca de éste proceso de elección, los asesores de Quirino Ordaz se encuentran en la encrucijada de lograr que el nuevo titular de la ASE, sea un hombre probo y sin vínculos con la clase política de la entidad, pero a la vez, que resulte ser igualmente un hombre con quien el gobernador pueda sentarse a dialogar y tomar acuerdos preponderantes respecto al delicado ejercicio de revisar el manejo de los dineros públicos que ejercen nuestros representantes populares.

Y para cerrar con broche de oro en la búsqueda de la reconquista de las simpatías populares, los asesores de Quirino Ordaz pensaron quizá que hacía falta un eslabón a la cadena de acciones con que se buscaría conquistar la aceptación ciudadana de la figura gubernamental.

Y ahí nació la idea del “Quirinazo legislativo”, acción que consiste en pegarle un tiro de precisión al descontento social que tanto se queja del gasto de un burocratismo a todas luces excesivo y dañino para la precaria economía mexicana.

Lanza entonces Quirino Ordaz la iniciativa de ley al Congreso local que propone una reducción importante en el número de diputados locales y regidores de los ayuntamientos, con miras a utilizar el importante ahorro del gasto público que esa medida generaría para atender reclamos sociales prioritarios.

Hasta hoy, a escasas horas de lanzada la citada iniciativa de ley, el Gobernador del Estado puede estar satisfecho por el resultado mediático del anuncio…Y es que, se escuchan palmas que aplauden la decisión, lo que es alentador para el mandatario…Aunque, claro, tampoco faltan las palabras de rechazo de  algunos detractores que siempre habrán de estar presentes para reprobar las acciones de gobierno.