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Opinión

Personas Tóxicas

Pensándolo bien.

La profesora y escritora Eva María Rodríguez, nos dice algo más sobre este tema: Cada uno de nosotros, individualmente, podemos cambiar, podemos hacer el esfuerzo de mejorar lo que no nos gusta de nosotros. Pero no podemos cambiar a los demás. Eso es algo que no podemos olvidar cuando nos enfrentamos a la gente tóxica. Ante las personas así solo podemos hacer dos cosas: evitarlas o enfrentarnos a ellas.

Muchas personas prefieren huir de la gente tóxica, pero cuando no te queda más remedio que lidiar con alguien así, lo mejor es buscar la manera de hacerlo de manera inteligente. Al fin y al cabo, las personas tóxicas siempre encuentran el modo de desparramar su negatividad, contagiando a los demás, creando un mal ambiente, arruinando el momento.

La clave para actuar de manera inteligente ante el comportamiento tóxico es cultivar la capacidad de manejar tus propias emociones y de mantener la calma bajo presión:

La gente tóxica no lleva un distintivo que permita identificarla. Sin embargo, todos sabemos bien quiénes, a nuestro alrededor, son una fuente de conflictos y malestar. Sabemos el daño que pueden llegar a causar. También sabemos por dónde nos atacan. Sabes quién te busca y sabes también que te encuentra. Y cuando te encuentra, ahí mismo, en ese mismo lugar sabes que estás perdido.

Ignora a la gente tóxica. Si, por el motivo que sea, no puedes evitar a esa persona tóxica, intenta no caer en su red. Sabes que va a buscar tu atención, que te va a provocar. No te dejes enredar. Que no te encuentre. No te dejes provocar por sus interrupciones, sus comentarios o sus acciones.

No asumas un comportamiento tóxico: evita el contagio. La característica principal de lo tóxico es que se contagia. Eso mismo ocurre con la gente tóxica: contagia su actitud. Si respondes con un comportamiento tóxico habrás perdido la batalla.

Debes saber que el ataque de una persona tóxica no socava tu dignidad. De hecho, tu dignidad puede ser atacada y ridiculizada, pero nunca puedes perderla a no ser que la entregues de forma voluntaria.

Ante una persona tóxica no valen razonamientos ni explicaciones. Hay que dejar las cosas claras, con suavidad, pero con firmeza, dejando clara tu autoridad en aquellas decisiones que a ti te corresponden y a nadie más.

Practica la compasión. Como hemos visto, ante una persona tóxica podemos tomar una actitud de ataque, una posición defensiva o, simplemente, ignorarla. Pero no siempre es necesario hacer esto. De hecho, a veces tiene sentido ser simpático con las personas tóxicas. Tal vez estén pasando por un momento difícil, por una situación emocional que no saben resolver.

Ante una situación así, enfrenta la situación con compasión, perdonando. Sin seguirle el juego y marcando límites, por supuesto, pero sin tomar demasiado en cuenta la actitud del otro, pues no es más que el reflejo de su agitada y dolorosa vida interior. (Hasta aquí Eva María Rodríguez).

Como vimos el miércoles pasado, Eva María toca ampliamente el tema de la toxicidad y recomienda acertadamente, reconocemos.

Sin embargo, lo que aprendamos de su texto debería ser más lo que nosotros mismos tengamos de las actitudes de las personas tóxicas, para así poder eliminarlas de nuestras relaciones.

De poco nos sirve el pensar que lo tóxico está en otras personas y no también en uno mismo. 

Piénsele bien y seguiremos platicando.

jperezrobles@gmail.com

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