Personas “Buenas” y “Malas”

Eva María Rodríguez, profesora y madre de familia española, nos dice “qué hacen las personas positivas para huir de las energías negativas”.

Estamos rodeados de energías negativas, casi por todas partes. A donde quiera que vayamos hay personas quejándose y haciendo cosas que les perjudican y que en muchos casos también perjudican a los demás.

Todos podemos ser afectados por emociones negativas, pero también podemos aprender a lidiar con ellas poniendo en práctica cinco principios básicos. 

1.- Las personas positivas crean la felicidad desde su interior. La gente positiva no busca la felicidad en estímulos externos. Cuando buscas la felicidad fuera de ti, tu estado de ánimo decae en cuanto el estímulo exterior desaparece. Esto produce inseguridad y adicciones. 

2.- No es posible agradar a todo el mundo. Depender de las opiniones de los demás hace a las personas vulnerables y dependientes. 

3.- Las personas positivas aceptan el fracaso. Asumen la responsabilidad de lo que sucede en su vida y no buscan culpar a otros para justificar sus errores.

4.- Las personas positivas hacen ejercicio y están en contacto con la naturaleza. El ejercicio físico ayuda a reducir el estrés y a aumentar la autoestima.

5.- Hay que evitar a toda costa a las personas negativas. Hay un dicho popular que dice que “el que evita la ocasión evita el peligro”.

(Hasta aquí Eva Ma. Rodríguez).

Comentario de JPR:

En este texto debemos asumir a priori que “las personas positivas” son las buenas y que “las personas negativas” son las malas. 

De otra manera sería prácticamente imposible entenderlo.

Lo que domina en el grupo de características, atribuidas a las “personas buenas”, es una actitud centrada en sí mismo, pero con respeto hacia los demás y hacia la naturaleza. Sin embargo, el texto parece exigir al final un juicio previo nuestro sobre aquellas personas que pueden llegar a considerarse “malas” y que obviamente tendríamos que evitar tener relación con ellas.

Pero evitar a las “personas malas” después de un juicio moral propio significaría evitar a casi la mitad de la especie humana, incluyendo a aquellas “personas buenas” que por alguna razón estén pasando por un momento “malo” que las contagie.

Por tanto, tal vez habría que considerar el buscar algo más que 5 puntos simplistas que pudieran definir más profundamente a las “personas buenas” o “malas”, sin suponer equívocamente que la “bondad” o la “maldad” del comportamiento de cada ser humano nunca cambie a lo largo de su vida, lo cual es obviamente falso.

Piénsele bien y seguiremos platicando.

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