Icono Sección

Opinión

Peña Nieto… ¿Chamán contra Chalán?

Punta de Lanza.

08/10/2017

El Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, debe cargar a cuestas con un extraño maleficio. Seguramente algún poderoso Chamán de algún estado del sureste mexicano le aplicó la fórmula mágica para causarle tropiezos y sinsabores en su tránsito por los mandos de nuestro país.

Y es que no se puede pensar de otra manera cuando hemos visto a Peña Nieto esforzarse por impulsar alguna acción de gobierno que viniera a ofrecerle la oportunidad, tan siquiera de lograr el mediano aplauso de los connacionales y curiosamente de manera inesperada ocurre un fenómeno, ya sea propiciado por la naturaleza, de corte político o de corte social que trunca su propósito.

Lo cierto es que algo ocurre siempre en torno a las buenas acciones de EPN, que viene a “ensuciarle el madero” (para no utilizar la frase grosera y coloquial con que se hace referencia a alguien o algo que sin querer o queriendo, echa por los suelos los planes de algún individuo).

El último ejemplo de este tipo de “chamanazos” que trae a cuestas el mandamás mexicano lo acabamos de observar una vez más en otra actividad que llevó a cabo en el famoso y bello paisaje natural del estado de Chiapas, conocido como el Cañón del Sumidero.

Ahí, en esos parajes turísticos de Chiapas, Peña Nieto quiso darse un baño de pueblo, literalmente en aguas del caudaloso río Grijalva, las cuales salpicaron sabrosamente su humanidad al recorrer en lancha ese torrente natural.

El baño de pueblo a que hacemos alusión no consistía precisamente en el hecho de que por el mencionado Cañón del sumidero el Presidente se fuera a encontrar con el populacho mexicano, sino más bien al efecto mediático que la difusión de ese recorrido habría causado en el ánimo de miles de mexicanos, gracias a la enorme fama pública que distingue a un personaje que formó parte de la cañonera caravana.

Estamos hablando por supuesto del famoso cantante de música regional Julio César “Julión” Álvarez, quien de manera muy amistosa convivió con el jefe del Ejecutivo nacional en el famoso recorrido por los bellos paisajes chiapanecos.

Ninguno de los paseantes podía suponer en ese momento que en unas cuantas horas ese paraíso terrenal se tornaría en un infierno, principalmente para el invitado especial del Presidente, en este caso el intérprete musical.

Y es que el departamento del tesoro de los Estados Unidos de Norteamérica soltaría la bomba mediática. El invitado del Presidente de la República era declarado objetivo judicial del vecino gobierno, acusado del delito de lavado de dinero.

Es de suponerse que el asesor, consejero o algún amigo metiche del Presidente, ignorante sin duda de la grave acusación que pesaba en contra del  famoso cantante, le habría sugerido invitarlo a la lancha turística, en aras de grabar el video y hacerlo viral en las redes sociales. 

“Convivir amistosamente con 'Julión' sin duda le granjeará la simpatía de miles de sus fans en México y Estados Unidos señor Presidente”, pudo haberle sugerido el promotor de la idea y Peña Nieto pensó, quizá, que su asesor tendría razón. 

Además, pudo haber pensado: “No me caerá mal un relax por esos lugares, y mucho menos acompañado de alguien que me puede generar simpatías entre el populacho, pero sobre todo alejado momentáneamente de los gritos y sombrerazos que en estos momentos se estarían dando los miembros de su partido -el PRI- en las mesas de trabajo previas a la XXII asamblea nacional.

Pero tal vez nuestro Presidente no entiende que los entuertos de los chamanes trabajan las 24 horas del día y tampoco que algo le podía salir mal en esa travesía de corte político, artístico y social.

De tal manera que a final de cuentas, el “baño de pueblo” del Presidente se tornó en un baldazo de agua helada, al enterarse que había sido anfitrión de una  persona que está siendo perseguida por las autoridades del vecino país, por ser presunto miembro de una red de lavado de dinero proveniente del narcotráfico.

Un golpe político muy duro para el Presidente de la República, máxime que sus promotores de imagen, apenas unas horas antes habían subido a las redes sociales fotos y el video del “tour”, donde se pueden observar y escuchar las risas y el diálogo amistoso entre el propio Peña Nieto y “Julión” Álvarez.

Obvio es decirlo: la orden inmediata y contundente fue la de eliminar todas las evidencias del viaje; sin embargo, para esos momentos ya habían sido copiadas y difundidas por miles de usuarios de las redes sociales.

Ante situación tan delicada, las preguntas que muchos nos hacemos fluyen vertiginosas.

1.- ¿Por qué el Departamento del Tesoro norteamericano hace público el boletín acusatorio en contra del cantante, precisamente unas horas después de que se difunde el recorrido turístico con el Presidente?

2.- ¿Coincidencia? Se dice que en política no existen las coincidencias y que toda acción obedece a una premeditación.

3.- ¿Será que esta premeditación fue orquestada desde el interior del país, o sería desde el exterior de nuestro territorio nacional?

4.- ¿El sistema de inteligencia del Gobierno de la República no funciona de manera efectiva? Es evidente que NO. Porque de otra manera habrían advertido al Presidente que no era conveniente invitar a pasear en una lancha y menos hacerlo público a un personaje que está presuntamente involucrado en una investigación sobre el delito de lavado de dinero.

5.- Si el Gobierno de México no sabía de la investigación, ¿Dónde queda la muy cacareada coordinación existente entre los gobiernos de Estados Unidos y de México para la investigación y tratado de este tipo de asuntos?

6.- ¿Por qué razón el Presidente de uno de los dos países (México) no está informado de asuntos tan relevantes, principalmente cuando empresas importantes y figuras públicas se encuentren en el ojo de la justicia norteamericana?

7.- Qué explicación le daría entonces el Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, al Presidente Peña Nieto por el grave error de no haberle advertido la inconveniencia de convivir con un presunto perseguido por la justicia gringa?

8.- ¿O será que los gabachos investigan y operan libremente en nuestro país y, lo más delicado, sin siquiera tomar en cuenta a sus similares mexicanos, violentando así de manera flagrante nuestra soberanía nacional?

9.- ¿Será esta exhibida y duro golpe político asestado al Presidente de México, el preámbulo de la invasión ya cínica y abierta de nuestra patria por parte del presidente republicano Donald Trump?

En este caso, lo lamentable es que la gente se ha volcado más a discutir, criticar y conjeturar sobre el destino del famoso cantante y de otra figura pública también implicada en el boletín de las autoridades norteamericanas por el mismo delito, como es el futbolista Rafael Márquez, que en analizar lo que pudiera haber en el fondo de esta nueva polémica nacional.  

Y es que, independientemente del “chamanazo” que podría perseguir a Peña Nieto, no deja de llamar poderosamente la atención el hecho de que a su invitado al “tour” chiapaneco le resultara una delicada acusación judicial justo unas horas después de haber convivido. Muy curioso el hecho.

Y la última pregunta: ¿Será que el Chamán le ganó al chalán?...

MÁS DE Armando Ojeda