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Opinión

¿Morirá el dedazo en el PRI?

El Puente.

Antes de la Asamblea Nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), celebrada el pasado sábado en la Ciudad de México, en por lo menos 18 asambleas estatales, los delegados de ese partido se pronunciaron a favor de la consulta a la militancia para la selección de candidatos, incluido el candidato a la Presidencia de la República.  

Durante las mesas de trabajo que el Comité Ejecutivo Nacional del PRI instaló en diferentes sedes, “para escuchar la voz de sus militantes”, los delegados también hicieron sentir su rechazo a la designación directa de candidatos, mejor conocida como “dedazo” y se aprobó realizar ajustes a los estatutos para que se tome en cuenta la opinión de las bases. 

Sin embargo, las experiencias que ha vivido el PRI, cuando ha recurrido al método de consulta a las bases indican que los resultados nunca han sido buenos para el partido tricolor, porque en todos los casos ha terminado dividido.

El más claro ejemplo de lo anterior es la contienda interna que protagonizaron Francisco Labastida y Roberto Madrazo, en 1999. El efecto del encontronazo fue tan devastador que las heridas se mantuvieron abiertas seis años después. En 2006, el tabasqueño no pudo remontar la división que él mismo generó y terminó perdiendo la elección de manera humillante.

Por esto y más, los ánimos reformadores que se manifestaron en la pasada Asamblea Nacional del PRI tendrán que esperar, porque la consulta a la militancia representa para el PRI, en este momento, un factor de alto riesgo.

Una elección interna no funcionaría, porque sencillamente el padrón de militantes no es confiable. Mucho menos sería viable una consulta abierta a la ciudadanía, porque la oposición metería las manos para que gane el rival más débil. 

Pero hay una razón más y no es menos importante. El costo económico. El PRI destinó mucho dinero en la contienda entre Labastida y Madrazo, a tal grado que les generó serias consecuencias en la operación de la campaña presidencial, y hoy sería mucho más complicado porque la fiscalización de los recursos que gastan los partidos es mucho más rigurosa. 

Pero hablando de vientos democratizadores, alguna vez se ha preguntado ¿Por qué los otros partidos no eligen a sus candidatos en consultas democráticas? 

El Partido Acción Nacional tiene un padrón reducido y sin embargo la elección de candidatos se realiza a través de convenciones de delegados.  

El PRD ni padrón tiene.   

Ni siquiera Andrés Manuel López Obrador lo ha intentado, siendo que es el más crítico del autoritarismo priista. Morena elegirá a sus candidatos con base en encuestas.

Ni qué decir de Manuel Clouthier, que hoy, en su calidad de diputado independiente, también pide democracia, pero cuando fue impuesto como “pluri” en el PAN, no la rechazó.                 

Pero veamos por separado a los políticos priistas que hoy están pugnando por una consulta directa a las bases para elegir al candidato presidencial de ese partido:

Ivonne Ortega, la exgobernadora de Yucatán, llegó por dedazo. 

Ulises Ruiz, en Oaxaca, también. 

Manlio Fabio Beltrones ha sido favorecido por el dedo en varias ocasiones. Por cierto, ¿Cuántos años hace que no se mide en las urnas? 

Emilio Gamboa, ¿Cuándo ha ganado una elección?              

José Encarnación Alfaro nunca ha sido candidato de mayoría.  

Si bien es cierto, no existen condiciones viables para una consulta democrática, nunca como ahora, la cúpula nacional del PRI tendrá que hacer un amplio ejercicio de consensos y acuerdos para designar a sus candidatos. 

La Asamblea Nacional renovó la facultad metaconstitucional al presidente Peña para escoger, ya no al sucesor, como antes, sino a su candidato, conforme a los tiempos.

El reto de Peña es ganar. Y para ello, elegirá a quien garantice el triunfo. Sea quien sea.                        

El futuro del PRI, pero, sobre todo, el futuro de Peña, está en juego. Renunciar a la facultad de elegir al candidato presidencial sería, de antemano, para él, una derrota anticipada.                        

Por lo tanto, si se habla de los prospectos con mayores posibilidades de lograr la candidatura y ganar la elección, tendríamos que hablar de los que están mejor posicionados, pero también de los más cercanos a Peña.

Aurelio Nuño, José Antonio Meade, Miguel Angel Osorio Chong, José Narro… Y, ¿por qué no? Eruviel Ávila. 

No hay que olvidar que el Estado de México es clave… Y Eruviel podría ser la sorpresa.

GRAFITI

Amor con amor se paga… Muy sencillo. El escándalo de Rafa Márquez y Julión Álvarez, implicados en un escándalo de lavado de dinero, podría ser la respuesta del gobierno estadunidense a la presunta filtración mexicana de la conversación telefónica entre el Presidente Enrique Peña Nieto y Donald Trump, que hizo ver muy bien a Peña, pero exhibió como un torpe a Trump.

Un alto funcionario de la Casa Blanca declaró que era muy fácil encontrar al filtrador de la llamada. 

Es obvio que se refería al gobierno mexicano y, por lo visto, les dolió que Peña les ganara la partida en la conferencia telefónica.

¿Esperó el gobierno estadounidense el momento justo para dar el golpe? 

Twitter: @victortorres_mx

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