Los Judas del PAN

Judas Iscariote, según la historia teológica, fue el apóstol traidor. Par el diputado local Roberto Ramsés Cruz Castro, Ricardo Anaya, Damián Zepeda, Carlos Castaños, Jorge Villalobos, Alejandro Higuera, Carlos Felton, Edgardo Burgos, Adolfo Rojo, Francisco Salvador López Brito, Zenén Xóchihua, Miguel Camacho y Adolfo Beltrán, son los 12 traidores del PAN. 

Todo indica que el crucificado será el “Güero” Cruz, después de señalar de manera específica y contundente a cada uno de ellos.

Hay varias lecturas del fenómeno informativo y mediático relativo a esta trifulca política cuyo rating no se parece al de la pelea del Saúl el “Canelo” Álvarez vs Gennady Golovkin. Algunos involucrados en el tema pueden estar contentos en tanto el “Güero” Cruz los exhibe y los pone frente a los reflectores de la opinión pública, otros no se dan por enterados y algunos la pueden comprar y actuar en consecuencia.

Por otra parte, el diputado Cruz deja claras varias cosas: o tiene información sensible de cada uno de los señalados como traidores, no le interesa continuar militando en el PAN, va obtener algún beneficio político, o es temerario. 

Cualquiera de las opciones implica fractura con los “traidores” y desprestigio de su partido. No es menor cosa señalar la división del partido por su máximo representante.

Hablar del desvío de 700 millones de peso, tráfico de influencias, “moches” para licencias de casinos, inhabilitado por corrupto, cuenta pública suspendida, sirviente de Malova, tapadera de Malova, beneficiar a su esposa, enriquecimiento inexplicable, esbirro, amenazas a mano armada, más lo que se acumule. Estos son algunos de los señalamientos a los “traidores” y como reza el adagio jurídico “El que afirma está obligado a probar”.

Es de esperarse dos cosas por parte de los implicados: la aplicación de los estatutos de su partido con la posible expulsión del diputado Cruz del PAN o, aún más, la denuncia formal de alguno de ellos o del propio partido ante la Fiscalía General buscando configurar algún delito.

Cualquiera de las decisiones debe estar bien fundada, en tanto el Güero Cruz les puede aplicar la máxima de “Vale más maña que fuerza”.