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Opinión

La violencia… ¿Patrimonio de Sinaloa?

Punta de Lanza.

02/08/2017

En Culiacán, la capital de Sinaloa, se viven momentos de fiesta y tragedia. Una combinación de jolgorio con dolor y pena.

Deporte y muerte. Gritos de algarabía de los aficionados al beisbol aparejados con gritos de dolor de los sicarios y soldados caídos bajo el mensaje de muerte que llevan las balas de uno y otro bandos en combate.

La violencia con sus muertos quiso saludar a la serie del Caribe y se auto invitó para entrar por la puerta grande con el uso de los rifles y pistolas de grueso calibre que le sirvieron de carnet de acceso para su arribo a la ciudad sede del magno evento deportivo.

Incluso, hay que decirlo, antes del recrudecimiento de la presencia de gatilleros y militares en las calles de Culiacán, y precisamente cuando saboreábamos las palabras de algunos turistas respecto a la tranquilidad que aquí respiraban y de la cordialidad con que eran tratados por los culiacanenses, fue asesinado un joven en las inmediaciones del propio estadio Ángel Flores.

El hecho se quiso minimizar por las autoridades y evitar su publicación en los medios, sin embargo de alguna manera finalmente trascendió.

Y es que era necesario y deseable que nuestra imagen pública de estado tranquilo, de trabajo y habitado por gente de bien se fuera en las maletas de los turistas para que allá en sus pueblos divulgaran nuestras bondades y desterraran con su palabra el estigma que arrastramos de pueblo narco, bronco y violento.

Pero todo hace suponer que las cosas no salieron así. Llegó la violencia con su traje de muerte y su cachucha de sicario para pintar de rojo las calles de Culiacán y entregar el mensaje a nuestros visitantes de que mucho de cierto hay en lo que por allá dicen de nosotros.

Por eso, hoy que la fiesta beisbolera llega a su fin, sin que por lo menos hasta éste día martes 7 de febrero de 2017 hubiéramos de lamentar víctimas relacionadas con el deporte, representa un alivio enorme para el gobierno del Estado.

Y es que para el Gobernador del Estado, Quirino Ordaz, es de alta prioridad salir bien librado de su responsabilidad de ofrecer garantías de seguridad a quienes nos visitan con motivo de ésta justa deportiva de carácter internacional.

Aquí no se valen excusas. No hay pretextos. No hay nada que puedan servir para excluir al estado de su alta responsabilidad de salvaguardar la integridad física de propios y extraños.

Ciertamente, concluye la Serie del Caribe de beisbol y el hecho pudiera significar un alivio para nuestras autoridades. Innegable el hecho. Cierto es.

Pero, si algún alivio sienten nuestras autoridades con la partida de los turistas, con toda la pena que me causa convertirme en aguafiestas, les diría que en efecto; Hoy se van las visitas, pero nos quedamos los anfitriones.

Si señores del gobierno, nos quedamos miles de ciudadanos bajo la amenaza de convertirnos en las famosas y mal llamadas víctimas colaterales de  nuestra violencia que se ha convertido, para desgracia nuestra,  en patrimonio de los sinaloenses.

Entendamos de tal modo que en efecto la partida de los visitantes de la serie del Caribe representa la eliminación de una preocupación muy grande para nuestro gobierno, pero creo que más grande aún debe ser su responsabilidad de buscar la manera de ofrecer a los sinaloenses la tranquilidad y paz social que tanto hemos reclamado, y que por tantos años se nos ha postergado…”Algún día voy a salir de ésta dijo el enfermo”…Hasta que se murió.

UN HOMBRE CONTRA EL CONGRESO…En los pasillos de palacio legislativo se percibe una lucha más política que legislativa por lograr la conducción del Estado de Sinaloa por los canales de la legalidad, la transparencia y la justicia social.

Para quienes se mueven por los pasillos del Congreso del Estado de Sinaloa, y no solo me refiero a los 40 Diputados, sino a los cientos de trabajadores y ciudadanos que diario visitan ese palacio legislativo, no es novedad escuchar decir que ahí se está gestando una lucha de un hombre contra el mismo Congreso.

Y nos dan el nombre. Roberto Cruz, quien funge como presidente de la mesa directiva de la cámara, desde cuya trinchera se acuartela y dispara en contra de todo lo que se mueva en sentido contrario a sus intereses. ¿Su objetivo?. Ganar simpatías de la gente.

No hay poder conciliatorio, ni argumentos partidistas que lo alejen de la ruta por él trazada cuando de apuntar sus flechas hacia el objetivo de golpear a quienes personifican sus viejos odios y rencores, aseguran los que saben de sus travesuras.

“Es una especie de niño con juguete nuevo”, nos comentó hace unos días un buen camarada panista.

Y nos asegura que, tan envalentonado se observa a Roberto Cruz, que incluso ya ha sostenido severos encontronazos con el Diputado Carlos Castaños, el líder de la bancada del PAN en el propio Congreso, lo que ha provocado que entre ambos personajes haya un tiro cantado.

Ojalá que la rebeldía y carácter impregnado de valentía que está demostrando el Diputado panista sean canalizados para realizar un trabajo serio y responsable, y no para dar salida a frustraciones y viejas revanchas anidadas en lo profundo de su pecho…Eso dicen.



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