Las cosas y los casos… La importancia

Muy extraña resulta ser la manera en que transcurre la vida en este nuestro planeta tierra, llamado también, por cierto, nuestro mundo.

A nadie de los habitantes pareciera importarle algo que no sea resolver sus propios problemas… Los ajenos, son de otros, pensaríamos de manera egoísta, pero realista.

“Que cada quien se rasque con sus propias uñas”, sería el destino de la lección de vida.

Los problemas relativamente grandes para unos, aparecen como algo muy pequeños e insignificantes para otros.

En la hipótesis de la vida, sería como dar cabida a esa recurrida frase popular que nos indica que, cada quien valora su vida en base al momento, y de acuerdo a como le va en la fiesta.

Por ello, y ya en el contexto sinaloense, podemos observar que a la mayoría muy poco le importa por ejemplo, el  grave conflicto político- económico generado entre dos países bélicos y potencias mundiales en el manejo de armas químicas como son Los Estados Unidos de Norteamérica y Corea del Norte. Ello pese a que el estallido de una tercera guerra nuclear acabaría con sabores y sinsabores de los habitantes de la tierra.

Tampoco nos parece emocionar y menos apasionar el tema de la recuperación del peso frente al Dólar gracias al comportamiento de los precios del petróleo. El tema, a la gran mayoría de la raza mexicana pareciera valerle madre, e incluso se muestra desinteresada (quizá por desconocer el impacto en nuestra economía), con el anuncio del alza en las tasas de interés bancarias.

Ni el llamado de Guatemala a México para que cese el maltrato a sus migrantes, igual que México lo hace con el vecino del Norte.

Ni la celebración del primer aniversario de la ampliación del canal de Panamá, debe ser tema que genere ni alegría ni tristeza en nuestro estado de ánimo.

Ni los impactos que el mundo está enfrentando ya con el cambio climático, gracias al lanzamiento de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero  a la atmósfera.

Tampoco parece importar a la gente común y corriente la trascendencia del espionaje que el gobierno federal parece realizar sobre la actuación de personalidades del mundo del periodismo nacional y activistas políticos, ni el llamado a comparecer que les hará llegar el Congreso de la Unión a los titulares de la Secretaría de gobernación Miguel Ángel Osorio Chong, de la Procuraduría General de la República (PGR) Raúl Cervantes Andrade, y al Director del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) Eugenio Imaz, para que refuten la delicada acusación que un diario gringo publicó en sus páginas. 

No importa y mucho menos le quita el sueño a nuestra gente saber los pormenores de la XXII asamblea nacional del PRI  a celebrarse el próximo 12 de agosto, ni el intenso recorrido que los líderes de ese Partido político Enrique Ochoa Reza y la secretaria general Claudia Ruiz Massieu realizan por toda la geografía nacional en busca de ir alineando cabrones, como dice un corrido mañoso.

Pero tampoco parece que el grueso de la gente se interesa mucho por el llamado pacto opositor que cocinan en estos momentos los partidos PAN y PRD. Aunque para muchos más que un PACTO, será un PARTO, pero malogrado.

Y no le preocupa mucho a nuestro pueblo, - aunque quizá sí  se divierta un poco- , por tanta desfachatez de los políticos modernos, como es el caso del llamado independiente,  Jaime Rodríguez “El Bronco”, gobernador de Nuevo León, quien busca vetar a la prensa de aquella entidad, por haber ventilado el pago de 7.4 millones de pesos que realizó para la promoción pública de su ejercicio de gobierno.

Ni motiva mucho que el expresidente de México Carlos Salinas de Gortari acudiera a la Habana para cautivar a los políticos, académicos e intelectuales cubanos luego de la presentación de su libro “Muros, Puentes y Litorales.

Insisto, hay tantas cosas y casos que ocurren de manera cotidiana y que a nuestra gente le importan muy poco, que requeriríamos de enormes espacios para darles cabida en un espacio editorial.

¿Y sabe usted por qué?... Lo sugiero, por la simple y sencilla razón de que nuestra gente se encuentra inmersa hoy en día en un tema muy delicado y de alta incumbencia social; La inseguridad pública y la evidente pérdida de nuestros valores cívicos y morales.

Pareciera la sinopsis de una película de terror, pero la sociedad sinaloense solo espera el amanecer para enterarse a través de los distintos medios de comunicación, quienes fueron los asesinados de la noche anterior… Vivimos en zozobra, con miedo y hasta terror.

Y lo peor es saber que por el momento no hay rumbo cierto que nos indique como llegar a la solución del problema… Solo una palabra pareciera ser nuestra fiel compañera en este tránsito por los senderos de las balas y los velorios… ¿Resignación?.