Icono Sección

Opinión

La Cuarentena a Solas

Pensándolo bien.

En el sitio “lamenteesmaravillosa.com” encontramos este escrito sobre la cuarentena en soledad.

Son muchas las personas que afrontan la cuarentena en soledad. Las circunstancias actuales han llegado de manera imprevista y casi sin darnos cuenta, el Coronavirus ha congelado nuestras vidas, nuestras rutinas y quehaceres.

Hacerlo en compañía, en familia o en pareja hace más liviano el confinamiento al contar con estímulos, con los lazos del afecto cotidiano y el apoyo que tanto reconforta. Pero en cualquiera de estos casos, la situación cambia bastante y podemos ser más sensibles a factores como la ansiedad, el estrés y el peso del aislamiento.

Algunos podrían pensar que todo se soluciona teniendo una conexión a Internet. Las videollamadas, los mensajes y la interacción con las redes sociales ayudan y en efecto, la tecnología ayuda y mucho. Sin embargo, no es suficiente. Falta la presencia física, falta la compañía que llena y que da sentido a ese devenir de horas que tiene el día.

Cuando una persona pasa horas, días y semanas en soledad puede sufrir un efecto muy concreto: la disociación. Es una falla del cerebro muy habitual cuando se sufre ansiedad. Consiste básicamente en empezar a tener la sensación de que lo que está ocurriendo no es real.

En estas situaciones son importantes las rutinas. Debemos mantener un horario donde se distribuyan tiempos para el trabajo o algún tipo de tarea o responsabilidad, momentos para el ocio, para el descanso y también para el ejercicio físico, pero es prioritario el contacto frecuente con los nuestros.

Hay que abrir las velas de la mente y mirar de vez en cuando al horizonte y no solo al frío cristal de la ventana.

La vida ahora está en pausa pero no tardará en llevarnos nuevamente de la mano para que alcancemos nuestros propósitos. Todo pasará.

(Hasta aquí “lamenteesmaravillosa.com”)

Comentario de JPR:

Realmente la problemática del aislamiento social nos mueve la cotidianidad con mayor fuerza que cualquier día festivo o fin de semana en familia.

La familia es una entidad más poderosa que cualquier otra en la vida social de cada persona. El trato con los hijos y la pareja se vuelve así indispensable e intenso, para bien o para mal.

Nuestro cuidado se hace necesario y terminamos el día tal vez con mayor agotamiento que con el trabajo diario, ahora parcialmente suspendido.

Pero la ganancia es el reaprendizaje del valor que tienen los encuentros afectivos con cada miembro de la familia y de esta manera el cariño puede retomar su importancia.

No hay duda: de esta experiencia saldremos mejor preparados y probablemente mejores seres humanos.

Si somos optimistas, “no hay mal que por bien no venga”. Esperemos.

Piénsele bien y seguiremos platicando

WhatsApp: 6688568565 

jperezrobles@gmail.com

MÁS DE Javier Pérez Robles