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Opinión

Imagen del poder presidencial

Neuropolítica.

06/01/2020

El poder político no es estático, es dinámico, por eso cambia según las circunstancias multifactoriales de la sociedad y el gobierno. El tiempo de los reyes y virreyes es parte de la historia, monarquías y dictaduras con el tiempo se resignifican y redireccionan socialmente.

Las democracias emergentes buscan equilibrios, los mercados políticos y económicos se necesitan, la actividad primaria no puede desaparecer, la sociedad no puede dejar de comer, estos son los espacios del ejercicio del poder político y económico en el mundo.

La palabra clave para la armonía y el bienestar social es la expectativa; la expectativa del gobernante es el control político, la expectativa del poder económico es su crecimiento y consolidación, la expectativa de la sociedad es bienestar. Conjugar o conciliar las expectativas del poder político, económico y social, es un arte, construir cada uno su espacio buscando la sinergia es el reto, los equilibrios del poder siempre están en riesgo, los excesos de las partes colapsan la armonía en cualquier esquema.

La disección del poder presidencial del nuevo régimen, medida hasta el día de hoy, revela lo siguiente: la aprobación del presidente López Obrador es del 50%, paradójicamente, el nivel de aprobación es más alto en menores de 49 años, entre menos grado escolar más alta la aprobación, el 56% de personas con grado de licenciatura lo desaprueban. La ocupación es un indicador importante, los de trabajos informales, maestros, campesinos, servidores públicos, y comerciantes, tienen mayor nivel de aprobación al presidente que los desempleados, empresarios, estudiantes, profesionistas jubilados y amas de casa.

En el sexto trimestre de gobierno, AMLO tiene 50% de aprobación, Peña Nieto tenía 48.7%, Felipe Calderón 61.3%, Vicente Fox 50.1%, Ernesto Zedillo 34.2% y Carlos Salinas 74.5%. La aprobación mensual en los estados la encabezan Tabasco con 72.4%, y Tlaxcala con 68.9%; la aprobación más baja está en Guanajuato con 28.9%, y Aguascalientes con 33%; Sinaloa se encuentra en el séptimo lugar de aprobación con un 58.6%. El estómago del pueblo y la cartera de los empresarios definirá el brillo de la imagen presidencial.

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