Estrés Laboral

Julia Márquez Arrico, doctora en psicología clínica habla de los efectos más peligrosos del estrés laboral:

El estado de agotamiento psicológico es muy frecuente en nuestra sociedad. Aproximadamente el 60 % de los casos que se atienden en terapia experimentan un nivel muy alto de estrés laboral.  Entre los efectos del estrés laboral más comunes se encuentra el desgaste neuropsicológico, es decir, el grado de afectación de funciones cognitivas como la atención, el razonamiento, la memoria y la toma de decisiones.

El segundo efecto del estrés laboral es la disminución de la capacidad de dirigir la atención sostenida (concentración). 

El tercer efecto es la ansiedad. Aunque el objeto de estrés no sea cuestión de vida o muerte, nuestro cuerpo segrega hormonas como el cortisol, la adrenalina y otras que elevan el estado de alerta, la sudoración y la respiración, entre otras reacciones.

Y finalmente, el bajo estado de ánimo y los síntomas depresivos también son una consecuencia del estrés laboral.

Si sumamos un alto nivel de exigencia en las empresas, la sensación de urgencia por cumplir con tareas que nos sobrepasan y no darse tiempo para cargarse de momentos positivos, tenemos la combinación perfecta para un estado de ánimo depresivo.

Por todo ello, es importante aprender a lidiar con el estrés laboral. Si lo intentas y no puedes, o no sabes cómo hacerlo, acude a un psicólogo que te puede ayudar a maximizar tu rendimiento laboral y minimizar el estrés. (Hasta aquí Julia Márquez).

Comentario de JPR:

Realmente uno de los factores más comunes de las riñas entre parejas casadas es este estado de ánimo generado por la exigencia del trabajo en uno o en ambos. Todas las personas deberían saber de estos efectos para no transferirlos a las relaciones familiares sin darse cuenta.

Incluso el estar desempleado también puede introducir factores de estrés que pueden explotar en casa en cualquiera de los miembros de la pareja. Hay que estar alerta y no introducir más elementos de estrés encima de los que ya están ahí. Ayúdense el uno al otro sin ser intrusivos. También se puede dejar en paz un momento al estresado o estresada, para no sumar problemas.

En última instancia habría que buscar un psicólogo que ayude a minimizar el estrés donde esté.

Piénsele bien y seguiremos platicando.

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