Icono Sección

Opinión

Estar bien con uno mismo

Pensándolo bien.

La psicóloga española Valeria Sabater sostiene: Hay que entender que el estar bien con uno mismo es preferible a estar bien con todos, además de ser un sinónimo de salud y bienestar. Es como el aprendizaje que se adquiere después de un largo viaje, ahí donde poco a poco se dejan determinadas situaciones atrás para avanzar ligero, libre de cargas en la mochila y piedras en los zapatos. 

Para entenderlo mejor daremos un pequeño ejemplo. Imaginémonos mirando por la ventana algo que ocurre cada mañana a la misma hora. Ahí está nuestro vecino, sacando cada día su pequeño bonsái para que reciba de forma regular la luz del sol. Lo atiende con esmero y obsesiva dedicación: lo poda, lo riega, lo nutre… incluso podríamos decir que le da cariño.

Es algo que nos llama mucho la atención por un hecho muy concreto. Nuestro vecino nunca nos ha parecido un hombre especialmente feliz, tiene un trabajo que no le agrada y es la clásica persona que intenta estar bien con todo el mundo. Su abnegada necesidad por complacer ha hecho de él una marioneta que es manipulada por la familia, los jefes y los amigos… De hecho, estiran tanto sus “hilos” que estos ya han empezado a ceder: nuestro vecino ya sufrió su primer amago de infarto.

Cada día cuando lo vemos salir con su bonito y cuidado bonsái nos preguntamos por qué no se atiende a sí mismo con la misma dedicación y amor como lo hace con su pequeño árbol. Estar bien con uno mismo es algo que debería aprender a practicar nuestro vecino, podando quizá determinadas relaciones, nutriendo su autoestima y buscando recuperar dignidad y bienestar.

Estar bien con uno mismo, es una cuestión de lógica y necesidad. Decía Epícteto que “al igual que cuando caminamos intentamos no pisar un clavo o torcernos un tobillo, en la vida deberíamos conducirnos con la misma atención”; es decir, evitando que otros nos dañen y evitando dañar a otros. Sin embargo, en ocasiones no lo hacemos: nos descuidamos. Olvidamos que dejar de estar bien con uno mismo, para priorizar a otros, no es algo sano.

Pasamos por alto, tal vez, que intentar complacer a todos aplazando nuestras propias necesidades no es lógico ni recomendable. Permitir que se nos vaya la vida sintiéndonos mal con nosotros mismos por esto o aquello, percibiéndonos vacíos, indecisos y frustrados nos lleva a pagar un precio alto.

(Hasta aquí Valeria Sabater).

Después de fundamentar con cierto éxito el argumento de estar bien con uno mismo en términos generales, francamente no sabemos si Valeria Sabater tiene toda la razón cuando ejemplifica la práctica de su vecino quien amorosamente cultiva su bonsái.

Sabater no menciona nada realmente patológico de la relación del vecino con su arbolito, tampoco toca la probabilidad de que haya sido precisamente esta relación amorosa la que le ha evitado morir de un infarto causado por sus relaciones enfermizas con los humanos que abusan de él.

Sin embargo, es buena la recomendación general para no conformarnos con un juego comprado en el súper o con un programa aburrido en la tele o armando un rompecabezas en la sala, sino tal vez cambiando radicalmente aquellas relaciones enfermizas con ciertas personas de la familia, con las jerarquías del trabajo o con los que se dicen amigos, por otras relaciones mejores que sí sepan apreciar las buenas intenciones.

Eso también lograría el estar bien con uno mismo.

Piénsele bien y seguiremos platicando

jperezrobles@gmail.com



MÁS DE Javier Pérez Robles