Envidia

Arturo Torres, sociólogo y psicólogo de la Universidad Autónoma de Barcelona, habla de las características psicológicas que definen a las personas envidiosas.

En nuestra vida cotidiana solemos esconder aquellas características que sabemos que son mal vistas. Las personas envidiosas también lo hacen, pero de alguna forma es posible reconocer esas señales que las identifican como tales.

Estas son algunas características que definen a las personas envidiosas:

1. La autoestima basada en la apariencia. Se comparan fácilmente con los demás. Pueden sentirse “agredidas” simplemente por la estética de personas a las que consideran mejores que ellas, incluso sin conocerlas.

2. El uso de burlas basadas en lugares comunes. Las personas envidiosas pueden llegar a utilizar cualquier recurso para humillar a quien consideran su rival, y eso se nota en sus comentarios negativos sobre otras personas, muchas veces sin sustancia.

3. La socavación de los méritos ajenos. Hayan participado en ello o no, las personas envidiosas tienden a atribuir el éxito de los otros a la suerte o a la intermediación de otras personas.

4. El desánimo. Ante proyectos interesantes de los demás, las personas envidiosas tratan de disuadirlas para que no lo intenten, poniendo en duda sus capacidades.

5. Actitud defensiva constante. Otra de las características de las personas envidiosas es que no se limitan a atacar al resto, sino que también esperan que los demás hagan lo propio con ellas. Es por eso que con gran facilidad pueden interpretarlo todo como un ataque personal.

Las personas envidiosas son una fuente constante de conflictos, entre otras cosas, porque ni siquiera es necesario entrar en contacto directo con ellas. Por ello, es muy útil saber reconocerlas, porque nos permite evitar problemas.

(Hasta aquí Arturo Torres).

Comentario de JPR:

En efecto, la envidia tiene al menos esas 5 características que nos muestra Torres: la autoestima basada en la apariencia, el uso de burlas basadas en lugares comunes, la socavación de los méritos ajenos, el desánimo y la actitud defensiva constante, son características.

La envidia que se observa en otros no tiene mucho qué pensarle, simplemente molesta si nos preocupamos por su contenido en la nuestra o por otra persona que demuestra la suya.

Usted dedíquese a su vida íntima e ignore a la persona envidiosa; no tiene sentido alguno aclarar nada con nadie.

Insistimos, si usted siente esa envidia por alguien, guárdesela como si fuera su secreto y pasará con el tiempo; siempre hay alguien que creemos mejor o peor que uno mismo dado que, como bien sabemos, la envidia existe en todos; más no nos engañemos, no debemos tratar de exhibir a la envidia como si fuera algo valioso.

Piénsele bien y seguiremos platicando.

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