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Opinión

¡El que se enoja pierde! Cuidado con el enojo

Luces y Sombras

Amigas y amigos, hay una frase que no falla, frase popular: el que se enoja pierde. Y últimamente he visto a mucha gente enojada, encolerizada, molesta y que puede perder los estribos. 

Vi enojado al presidente electo en una arenga, en el Estado de México, contra los medios porque le han señalado muchas cosas. Vi enojado también al Secretario de Comunicaciones y Transportes del próximo gobierno, al Ingeniero Javier Jiménez Espriú, casi amenazando a la gente.

He visto enojado al grupo de líderes de la coordinadora de maestros del estado de Guerrero, o al grupo de campesinos liderados por la familia Valle, en Atenco, que dicen que consulta o no consulta, o lo que resulte de la consulta del aeropuerto, el aeropuerto no pasará... y señalan los machetes. Entonces, cuidado, cuidado con el enojo.

Vimos a un Presidente de la República enojado, al presidente Gustavo Díaz Ordaz en el 68. 

El presidente electo Andrés Manuel López Obrador todavía no toma posesión y lo vi irascible, molestísimo con la libertad con la que muchos de los representantes de los medios de comunicación se han dirigido a él, en un exceso creo yo, ciertamente, respecto a la boda de César Yáñez y su esposa, que sí afecta, que sí perjudica, pero... ¿qué preferimos? La libertad o el exceso de la libertad, libertinaje en el ejercicio de los medios o la censura. Libertad o libertinaje versus censura autoritaria.

Creo que si todos conservamos la calma, la paciencia, la madurez, la ecuanimidad, esto va a ir mejor. Cuidado con el enojo, cuidado con un presidente enojado, cuidado con organizaciones sociales civiles enojadas, cuidado con los periodistas enojados, mejor conservemos la calma, la prudencia, la madurez y ejerzamos las libertades, pero con equilibrio, por el bien de México.