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Opinión

El Humor como Terapia

Pensándolo bien.

Iván García Gallardo, psicólogo español, habla del humor como terapia para liberar estrés. 

El humor es uno de esos elementos que de manera natural nos ayuda a liberar estrés. Con humor, los grandes problemas dejan de parecer tan grandes y como terapia es una herramienta fundamental.

Cuando nos reímos, experimentamos los siguientes efectos:

· Se activa el circuito de recompensa cerebral, por lo que se liberan endorfinas y dopamina, que son hormonas relacionadas con el bienestar y felicidad.

· Disminuyen los niveles de cortisol, la hormona del estrés, por la acción de la dopamina y de las endorfinas.

· Los músculos se relajan, sobre todo los faciales.

· Aumenta la sensación de tranquilidad y seguridad.

El profesor Heidi L. Fritz de la Universidad de Salisbury ha dedicado gran parte de su trayectoria profesional a estudiar la relación entre humor y estrés. Los resultados de sus estudios afirman que cuanto más pronunciado es el sentido del humor en una persona, más bajo es el estrés que pueden llegar a experimentar.

Su verdadera utilidad reside en que nos aporta un punto de vista distinto y puede señalar la posibilidad de añadir cambios en los filtros que utilizamos para percibir y procesar la información.

Podemos decir que el humor trae algo de felicidad, aun cuando la adversidad nos rodee. Durante un instante es capaz de detener el flujo de pensamientos negativos, un segundo que muchas veces es suficiente para romper con el círculo en el que estemos inmersos y que los alimenta. (Hasta aquí Iván García).

Comentario de JPR:

No hay duda alguna, el sentido del humor es un recurso sumamente eficaz para ayudarnos a soportar el dolor de algunas experiencias de la vida. Tal vez no pueda resolver el dolor con la eficacia que lo haría el tiempo que sucede a la experiencia, más sí es capaz de crear un espacio de calma para que el sufrimiento no nos deteriore.

El sentido del humor es bueno siempre y cuando no abusemos de su uso, ya que entonces puede resultar no solo innecesario sino hasta adverso.

En las funerarias, por ejemplo, es común observar a algunas personas que se reúnen para reír un poco con cualquier broma simplista, tratando así de alejarse de la tristeza dominante, lo que resulta ser un mecanismo inconsciente obviamente inapropiado en sociedad. Tampoco se debe del sentido del humor en todo caso, como lo vemos frecuentemente en la tele o los espectáculos.

El abuso del sentido del humor es contrario al sentido del humor.

Finalmente, aunque algo reducido, el texto de Iván García sobre el efecto terapéutico del sentido del humor no suena tan mal.

Piénsele bien y seguiremos platicando.

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