Icono Sección

Opinión

El espejismo de las encuestas (segunda parte)

El Puente.

Hay varias razones para afirmar que los resultados de las encuestas de preferencias electorales proyectan una imagen virtual de una parte del escenario real donde se dará la gran batalla por los votos el día de la elección.

Las encuestas son una fotografía instantánea de la intención de voto de una muestra determinada de ciudadanos en un momento determinado, pero no reflejan la realidad total, porque sencillamente no pueden predecir el futuro, por más cercano que éste se encuentre.

El escenario real y completo donde ocurrirá la gran batalla electoral sólo podremos verlo el día de las elecciones, el próximo 1 de julio, y ahí la única encuesta válida no será la intención de voto, sino la acción y participación de los ciudadanos en las urnas.

Como sabemos, la intención no siempre se traduce en acción. La intención está vinculada al deseo que puede motivar una acción, pero en muchos casos no es suficiente y no es posible predecir su consecuencia o resultado.

Después de una jornada electoral es común escuchar todo tipo de excusas en aquellos ciudadanos que consciente o inconscientemente prefirieron pasar a formar parte de la robusta estadística del abstencionismo, que en casi todas las elecciones anda alrededor del 50 por ciento.

Si bien nos va, en el promedio nacional votarían 6 de cada 10 ciudadanos enlistados en el padrón electoral.

¿Ha escuchado alguna ves este tipo de expresiones?  

“Tenía la intención de ir a votar, pero se me fue el tiempo”, “Cuando fui ya estaba cerrada la casilla”, “Me desvelé el sábado y me levanté muy tarde el día de la elección”, “Llevaba toda la intención de votar, pero la fila estaba muy larga”. “Quería votar pero hacía mucho calor”, “Se me atravesó un contratiempo, no pude votar”.

Las encuestas no pueden prever el comportamiento de las personas en un momento determinado, nadie puede saber qué pasa por la cabeza de un ciudadano cuando, por ejemplo, su prioridad gira en torno a cumplir con sus compromisos familiares antes que ir a votar.

Es muy conocida, y quizás hasta justificada, esta especie de anemia cívica, cuando las necesidades más apremiantes de la gente no están resueltas y, por si fuera poco, la desconfianza en los políticos va en aumento.

Sin embargo, para ese tipo de “imponderables” los partidos políticos crearon lo que se conoce como estructura territorial, la cual está compuesta por grupos o células de militantes que funcionan como organizaciones multinivel.

Estos grupos operan antes y durante la jornada electoral, calle por calle, casa por casa, colonia por colonia, ejido por ejido, con un claro objetivo: verificar que los militantes y sus respectivos simpatizantes acudan a votar por los candidatos de su partido.

Se dice que la estructura territorial de un  partido político funciona con eficacia cuando es capaz no solo de garantizar el voto duro (militantes) sino de multiplicar el número de votantes sumando a los familiares, amigos y compañeros de trabajo.

Los partidos y candidatos que durante sus campañas cuenten con el respaldo de una estructura de tierra capacitada, organizada y bien financiada, tendrán mucho más posibilidades de triunfo que aquellos que sólo están confiados en la buena voluntad de sus simpatizantes, que es algo parecido a esperar un milagro.

En la política de la vida real, por muy clara que sea la ventaja de un candidato en las encuestas, difícilmente alcanzará el triunfo contando sólo con la intención o promesa de voto de sus seguidores. Es pecar de ingenuo.

Considerando el nivel de abstencionismo que se presenta en las elecciones, si de lo que se trata es garantizar el triunfo, se requiere necesariamente del respaldo de una buena estructura que el día de la jornada electoral mueva el voto de la militancia y, de preferencia, algo más.

Dicho en tres palabras: Estructura mata encuesta.

GRAFITI

El arranque de las campañas de los candidatos a alcaldes y a diputados locales le está imprimiendo un mayor dinamismo al proceso electoral en Sinaloa.

No significa esto que hayan estado aburridas las campañas de los candidatos al Senado y a la Cámara de Diputados, sino que es evidente la fuerza que se suma a las mismas con la incorporación de los grupos que respaldan a los candidatos locales.

Algunos analistas consideran que la contienda por el Senado podría estar muy cerrada entre los cuatro aspirantes que se disputan palmo a palmo el territorio sinaloense y las encuestas parecieran pronosticar un final de película.

Sin embargo, más allá de la percepción que generan las encuestas, lo que marcará la diferencia será la eficacia con la que se desempeñen sus respectivos equipos el día de la jornada electoral.

Por lo tanto, además de hacer campaña, Cuen, Clouthier, Rocha y Zamora deberían intensificar la preparación de la estructura territorial en los 18 municipios del estado, porque ahí estará en buena medida la clave para ganar la elección.

Twitter: @victortorres_mx


MÁS DE Víctor Torres