Elecciones: La guerra cibernética

Apenas ayer platicaba con el primo de un amigo… ¿Sobre qué tema versaba la plática?... Claro, de política.

Sabedor y enterado se dice el tipo de marras de los entretelones del quehacer del apasionante tema.

Veo con preocupación, me asegura, un ambiente político caldeado y un cierto grado de confrontación entre los liderazgos de los partidos políticos y simpatizantes de cada uno de los candidateables a los cargos de elección popular que se pondrán en juego el 1 de julio del 2018.

Y agrega: “Esperemos que las confrontaciones verbales que hoy se observan solo sean de posturas e ideas y no rompan en tiempos por venir las barreras de la tolerancia pasando de ese tipo de agresiones a otras que vayan más allá de las palabras.

Y es que habría que revisar las redes sociales para entender que la guerra sucia ya llegó, pese a que faltan todavía casi siete meses para la celebración de la elección.

La guerra de dimes y diretes entre simpatizantes de los hasta hoy precandidatos a la presidencia de México está a la orden del día.

Todos atacando los puntos débiles del adversario político, y enarbolando al mismo tiempo las virtudes y fortalezas del personaje de sus simpatías… En la guerra y el amor todo se vale, alegan. 

Y ciertamente las próximas elecciones parecen ser desde estos tiempos una verdadera guerra. Una guerra de corte político, cierto, pero guerra al fin.

Indiscutible es que lo expuesto por nuestro camarada cuenta con un sustento aceptable, y bastaría tan solo con revisar las redes sociales para observar el estado de ánimo caldeado y hasta cierto punto perverso que prevalece entre los usuarios de todo el país con respecto al proceso electoral de enfrente.

Es desde luego ahí, en esos espacios de la comunicación cibernética donde se puede desde estos momentos atestiguar el grado de confrontación que ha germinado, principalmente entre los seguidores de los que hasta hoy parecieran ser los aspirantes con mayores posibilidades de triunfar en las elecciones del año venidero.

¿Los nombres de quienes motivan las ya cruentas confrontaciones? Andrés Manuel López Obrador del partido Morena y José Antonio Meade Kuribreña del PRI. 

En esta apreciación no se trata de minimizar ni hacer menos importante la participación de otros actores políticos que también participarán en calidad de presidenciables, como sería el caso del panista Ricardo Anaya, mismo que con alianza y sin alianza con el PRD seguramente portará el gafete  de candidato a la Presidencia de la República 

En tal caso, al considerar que la guerra sucia se está dando en mayor grado entre priistas y morenistas, es porque las negociaciones para concretar el pacto político por México que impulsan panistas y perredistas sigue en veremos, de ahí que por lo pronto la guerra declarada es entre los seguidores de José Antonio Meade y Andrés Manuel López Obrador… Así las cosas.

EN SINALOA… EL MANAGER DEL PRI ES QUIRINO.

En lo que a Sinaloa se refiere, los que conocen de cerca al Gobernador del Estado Quirino Ordaz Coppel recomiendan a todos los aspirantes a Senadores, Diputados Federales, Diputados locales, alcaldes y regidores que no olviden que aquí hay un mando y es de mano dura.

Con Quirino no se vale el chantaje, ni las falsas posturas políticas si de aspirar a una candidatura se trata. Quien así no lo quiera entender va chocar con pared.

Y es que se sabe que algunos personajes le están apostando a influencias externas y al impulso que otros poderes les podrían ofrecer, hecho que los pudiera estar llevando a olvidarse de que en Sinaloa hay un gobernador con la fuerza y el liderazgo político suficiente para borrar del mapa electoral del año entrante a quien caiga en ese error.

Y es que al Gobernador del Estado le queda muy en claro el hecho de que el resultado de las elecciones del 2018 será su gran responsabilidad, no solo constitucionalmente hablando, sino en términos político partidistas.

Se sabe que si  en 2018 el PRI gana en Sinaloa, Quirino también gana… Pero si el resultado le es adverso al tricolor, entonces dirán que Quirino perdió. 

De ahí el enorme interés del gobernador de asumir el papel de manager de un equipo de béisbol, para analizar de manera directa y estrecha cada uno de los nombres de los jugadores que lanzará al campo de batalla.

Deberán ser los mejores de la cuadra tricolor… Rentables electoralmente y con buena aceptación de la ciudadanía gracias a su buena fama pública… Las amistades, padrinazgos, trayectorias de partido y otras bondades humanas que alguno pudiera ofrecer tendrán que esperar mejores tiempos, si la idea es tratar de explotarlas al margen del consenso y el acuerdo con el gobernador… Así de fácil.