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Opinión

Elecciones con olor a miedo

Punta de Lanza.

02/22/2018

El escenario político de México está convertido en un verdadero campo de batalla. Todos contra todos, pareciera ser el clamor y la premisa de los mexicanos… Las elecciones de este año despiden un olor a miedo.

En la lucha política electoral que está en marcha no hay espacio para los halagos, abrazos, apretones de mano y las simulaciones, pero sí para los ataques despediados.

Y es que en la lucha por el poder bien vale la pena echarse a cuestas un buen puñado de enemistades, podrían tal vez pensar los involucrados en el tema.

Aunque triste es reconocer que a final de cuentas las grandes enemistades que surgen y dejan secuelas poselectorales, a veces difíciles de curar, suelen presentarse principalmente entre los fanáticos y seguidores de los protagonistas oficiales de las luchas políticas.

Hoy podemos observar que los dueños y rectores de nuestro mundo político son el odio, el rencor, el encono la diatriba y cualquier tipo de descalificación que pudiera ofender al adversario ideológico de enfrente.

Lo vemos diario en las redes sociales, donde los debates entre cibernautas se han convertido en polémicos y aguerridos foros desde cuyas trincheras y en una guerra sin cuartel se están dando con todo.

Los protagonistas de tan cruentos enfrentamientos editoriales, azuzados desde distintas ópticas por la nutrida clientela del ciberespacio, creen quizá que con sus comentarios a veces hasta groseros y grotescos debilitan las fortalezas de los hombres y mujeres que portan las estafetas de candidatos.

La realidad es que lejos de motivar a la gente que da seguimiento a ese tipo de confrontaciones, lo que estos personajes logran es desalentar el interés y la participación social hacia las elecciones del próximo mes de julio. Y es que cualquiera se asusta ante tan cruentas discusiones.

Pero que nadie se asombre por las confrontaciones facebookeras de los seguidores de unos y otros candidatos, ya que si bien es cierto que los ataques despiadados entre unos y otros están a la orden del día, no menos cierto es que los propios abanderados, de la mano de sus estrategas le están entrando directo y sin tapujos a la pelea verbal y escrita. Es la clásica y conocida guerra sucia.

Ahí está ya en el escenario de la discusión el señalamiento de lavado de dinero en contra del candidato a la Presidencia de la República por la coalición “Por México al frente” Ricardo Anaya.

Por otra parte, Andrés Manuel López Obrador, también ve llover en su milpita. Aseguran sus detractores que se acaba de pegar un balazo en el pie al convocar al controvertido, y presuntamente perseguido por la justicia  mexicana y exiliado en el extranjero, el ex líder de los petroleros mexicanos Napoleón Gómez Urrutia para incluirlo en la lista de candidatos al senado de la Republica bajo las siglas partidistas de su coalición, “Juntos haremos historia”…¿ Y la lucha contra la corrupción Apá?; Es la irónica pregunta de millones de mexicanos.

Del candidato de la alianza “Todos por México” José Antonio Meade de manera personal no han surgido hasta hoy señalamientos de actos de ilegalidad que se le adjudiquen, sin embargo el solo estigma que arrastra el PRI les basta a sus adversarios para crucificarlo y señalarlo como cómplice y aliado de mil y un actos de corrupción durante sus largos periodos de gobierno que han mantenido… Así está el entarimado político de nuestro querido México.

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