Opinión
El Presente
Pensándolo bien.
07/05/2019
Fátima Servián Franco, psicóloga española, dice que “el presente es el tiempo de un suspiro en tus manos”.
El presente nos hace ser o existir en un lugar determinado. Aunque a veces lo subestimemos, todo lo que hagamos en nuestro presente será nuestra herencia personal.
Aunque nos cueste comprender la dimensión física del tiempo que representa la sucesión de estados, la vida es ahora. Nunca hubo un momento en el que tu vida no fuera ahora y tampoco lo habrá. Sólo el presente tiene la maravillosa ventaja de poder ser modificado con nuestros actos y decisiones.
Mientras malgastamos el tiempo pensando en exceso en situaciones pasadas o futuras, nuestro presente se esfuma igual que el tiempo de un suspiro en nuestras manos.
Debemos detenernos y pensar en cuántas cosas dejamos de hacer por los recuerdos del pasado o por miedo al futuro.
Así, seguiremos teniendo una limitada conciencia del presente en el momento que nos ocurren las cosas, cuando de verdad podemos disfrutarlas o aprender de ellas, ya que tenemos formado el hábito de mirar atrás y adelante. Pensar en el futuro y en el pasado nos hace menos conscientes del presente.
Agradecer lo que tenemos en este momento es un buen primer paso para tomar conciencia plena de los miles de matices de nuestro día a día, matices que se nos escapan por estar pensado en algo que ya ocurrió o en algo que ni siquiera ha ocurrido.
Probablemente todos podríamos sentirnos mal por algo que nos pasó, pero ¿para qué seguir así por algo que ya no está? De hecho, una clave para la salud es no lamentarse por el pasado, no preocuparse por el futuro y no anticipar los problemas, sino vivir en el momento presente.
Sin embargo, mantenernos presentes en nuestra realidad requiere práctica, ya que llevamos toda nuestra vida dándole rienda suelta a pensamientos del pasado y del futuro. (Hasta aquí Fátima Servián).
Comentario de JPR:
La realidad es que no hay manera de vivir solamente en el presente, como viven los animales mamíferos.
Los seres humanos somos tenemos una mente con recuerdos que no necesariamente son idénticos a las realidades del pasado, sino que son una mezcla definida por nuestros deseos o temores inconscientes, además tenemos ideas futuras que tampoco necesitan ser acertadas, por la misma razón.
Tenemos un PASADO que se volvió PRESENTE a cambio del desarrollo FUTURO hacia la adultez con el costo de renunciar a la felicidad original de la lactancia en un largo proceso.
Eso determinará qué tan suelta será la rienda de nuestro pensamiento actual, como dice Fátima Servián. La complejidad cerebral humana tiene ese precio qué pagar.
El presente es el que tiene el poder, es cierto, pero el pasado y el futuro determinan tal poder.
Piénsele bien y seguiremos platicando.
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