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Opinión

El Efecto Diderot

Pensándolo bien.

Jennifer Delgado, Psicóloga española: “el efecto Diderot: cómo nos convertimos en esclavos del consumismo”.

El Efecto Diderot se basa en dos fenómenos relacionados con nuestros hábitos de compra: Las cosas que compramos se convierten en parte de nuestra identidad y tienden a complementarse entre sí.

Un experimento realizado en la Universidad de Duke arroja más luz sobre este fenómeno psicológico. Los investigadores preguntaron a un grupo de jóvenes cuánto estarían dispuestos a pagar por una entrada a un partido de beisbol. El precio promedio era de 166 dólares. Sin embargo, una vez que tenían las entradas pretendían revenderlas a un precio exorbitante.

A este fenómeno se le conoce como “Efecto del Propietario” y revela que apenas poseemos algo, inmediatamente ese producto aumenta su valor ante nuestros ojos.

Esto explica por qué desarrollamos un vínculo emocional, porque ese objeto pasa a formar parte de nuestra identidad.

El problema procede de esa identificación con las cosas, cuando consideramos nuestras posesiones como una extensión de nuestro “yo”. En esos casos, basta un producto diferente para crear una disonancia que termina alterando nuestro equilibrio y genera una pulsión que casi nos obliga a seguir comprando para restablecer el equilibrio perdido.

¿Cómo escapar del Efecto Diderot? Sé consciente de lo que te está sucediendo. Cuando estés a punto de caer en un consumo en espiral, detente y reflexiona sobre lo que te está ocurriendo.

¿En realidad necesitas esas cosas?

Evita nuevas compras innecesarias. Así también evitas que el número de cosas crezca hasta el punto de que ocupen todo el espacio disponible. Asegúrate de tener únicamente las cosas que necesitas y aquellas que te provocan alegría.

Compra algo, regala algo. Por ejemplo: Si compras una pantalla nueva, en vez de trasladar el televisor viejo a otra habitación, regálalo a alguien que lo necesite. Cuando te desprendes de las cosas no desarrollas un apego enfermizo ni te identificas excesivamente con ellas.

Recuerda que las posesiones no te definen. La felicidad no se encuentra en las cosas. Todo eso con lo que te identificas en exceso termina dominándote.

Tus cosas no definen tu valía como persona. Compra las cosas por su utilidad y funciones, no para intentar impresionar a los demás.

(Hasta aquí Jennifer Delgado).

Comentario de JPR:

Lo curioso aquí es que el llamado Efecto Diderot, lo cual se define como una identificación del Yo con las cosas compradas, se pretende resolver ahora sin cuestionar tal supuesta identificación, sino por nuevos mecanismos de compra incorporados al fenómeno.

Es por eso te dicen que no compres cosas inútiles, (pero no te dicen que dejes de comprar tanto).

Al final Jennifer Delgado nos regala una frase obvia: “Tus cosas no definen tu valía como persona. Compra las cosas por su utilidad y funciones, no para intentar impresionar a los demás”.

Lo que todo esto parece mostrar es que no está tan mal el comprar de más y que lo malo es comprar mal.

Pero “compra, compra, consume, consume” parece ser imposible de cuestionar...

Piénsele bien y seguiremos platicando.

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