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Opinión

El desconocido… ¿Descripción real?

Punta de Lanza.

01/10/2019

Iniciaré esta columna compartiendo una pregunta que apenas la mañana de ayer le expuse a un hombre aparentemente común y corriente con quien por cosas de la vida y la movilidad humana de nuestra gran ciudad, coincidí en un lugar sin importancia.

Sin embargo, ante la contundencia de la respuesta ofrecida por el improvisado entrevistado a mi pregunta, tendría que aceptar que el citado individuo, ni es corriente, ni muy común como pude haber pensado inicialmente.

Más bien me pareció ser un tipo extraordinariamente inteligente y provisto de un buen conocimiento no solo de la historia de nuestro país, sino con mucha experiencia en los aspectos fundamentales de la vida misma.

Desconocidos uno del otro, e ignorantes también de nuestras respectivas identidades, debo decir que el dialogo entre ambos resultó de una coincidencia en una esquina cualquiera de la zona centro de la ciudad  de Culiacán.

No lo comentamos, pero era evidente que los dos estábamos en espera de algún amigo o familiar que debería pasar por nosotros para llevarnos a nuestro particular destino.

Y debo advertir asimismo, que mi pregunta surgió luego de haber escuchado al personaje de marras dialogar sobre tópicos actuales de la vida política, económica y social de nuestro país, con otro individuo también desconocido para mí, que momentos antes se había retirado del lugar.

“Disculpe amigo, le solté a boca de jarro al extraño sujeto, le escuché discutir con el camarada que se acaba de ir respecto a lo que está pasando en México con el nuevo gobierno de Andrés Manuel López Obrador, y me pareció interesante lo que usted opinó respecto a México y los mexicanos”.

Y enseguida, sin mayores preámbulos disparé mi pregunta citada líneas arriba; ¿Qué opina usted de los mexicanos?

Me miró fijamente y, luego de pasear suavemente su mirada de un lado hacia otro, soltó su respuesta, no sin antes exhalar de sus pulmones el aire que había inhalado segundos antes.

“Los mexicanos somos, los ciudadanos más inteligentes, pero paradójicamente los más tontos… Los más valientes y a la vez los más sumisos, los más aguerridos, pero también los más cobardes, los mejores amantes y los más infieles, los más solidarios pero los más egoístas, y tratamos de ser los más altivos, pero en realidad solemos ser, según data nuestra propia historia, los más agachados”.

Ante la respuesta del viejo desconocido, mi reacción resultó lógica e inmediata, por lo que mi segunda pregunta a manera de réplica no se hizo esperar.

¿No le parece muy drástica la vara con que mide a sus hermanos mexicanos?

“Ese es precisamente el problema mi amigo, nuestra intolerancia y predisposición para aceptar una realidad que duele y lacera, pero que está llena de una triste realidad”, respondió mi interlocutor.

Y enseguida, sin dar tregua a segunda la réplica, prosiguió; “Revise usted nuestros pasajes históricos llenos de abusos, de saqueos, de imposiciones de voluntades de quienes por años nos han conquistado, gobernado y sometido a sus aterradoras voluntades. Españoles y franceses, ingleses, chinos y norteamericanos han irrumpido nuestras fronteras en busca de nuestras grandes riquezas naturales, políticas y culturales”.

“Y hoy, para variar, desde Centroamérica ciudadanos de aquellas regiones vulneran libremente las fronteras mexicanas pasando por encima de nuestras leyes migratorias, y apostándose en nuestro territorio, en lo que puede llamarse una nueva conquista de nuestros espacios territoriales”.

Y los mexicanos con la capacidad de nuestro intelecto lo vemos, lo entendemos y lo soportamos, sin más reacciones que algunas manifestaciones expuestas en las famosas redes sociales, mientras el gobierno, se muestra tolerante y sumiso.

“Por eso te expongo mis anteriores consideraciones respecto a lo que hemos sido, somos, tratamos de ser y creemos ser los mexicanos”, remata diciendo el viejo.

Enseguida, la perorata del desconocido personaje no se hizo esperar presentándome una exhaustiva exposición de nuestra actualidad política.

“Hoy tenemos un nuevo gobierno, electo por decisión de una abrumadora mayoría de mexicanos, que actuó tontamente al generalizar su voto basados en el perfil de un solo hombre, y entregando el poder absoluto a una sola corriente de opinión, olvidando los necesarios equilibrios que pudieran garantizar un gobierno democrático.

Y ahí están los resultados a la vista. Incertidumbre social ante las diversas confrontaciones que se han dado y se siguen presentando entre las distintas fuerzas de los poderes económicos, políticos y sociales del país.

Grandes confrontaciones entre los representantes parlamentarios de los poderes legislativos nos hablan de los caldeados que se encuentran los ánimos políticos entre los mexicanos.

Interesantes confrontaciones tras el anuncio de los grandes proyectos que anuncia el nuevo gobierno de Andrés Manuel López Obrador, como son entre otros el aeropuerto de Texcoco, y el Tren Maya obra a la que se opone el Ejército Zapatista de liberación Nacional.

Tensas y delicadas reyertas entre el poder ejecutivo y el Judicial, a raíz de la exhibida que se les da a los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación por sus enormes sueldos y prestaciones que perciben.

Grandes y polémicos debates por el anuncio de la creación de la llamada guardia Nacional, que será conformada por miembros de las fuerzas armadas de México.

Preocupante declaratoria de guerra del nuevo gobierno a los llamados Huachicoleros o ladrones de hidrocarburos, cuya acción está originando un serio problema social y económico, con el desabasto del combustible en por lo menos 10 estados de la República.

Delicado y peligroso conflicto del orden político acecha en el estado de Puebla con el presunto accidente aéreo donde perdieran la vida la gobernadora poblana Martha Erika Alonso y su esposo el Senador panista de la República Rafael Moreno Valle, cuya investigación sigue pendiente de resolverse.

Son entonces muchos y muy interesantes los conflictos que se han originado en tan solo un mes del ejercicio constitucional del gobierno de López Obrador como para no pensar en que ha sido éste uno de los inicios más accidentados para un gobernante en la era moderna del país.

“Por esto y otras cosas es que le digo mi amigo, que nuestro México es un País de grandes contrastes en materia de actitudes y comportamientos social y político de nuestros connacionales”, comentó mi improvisado camarada, antes de partir en el autobús que pudo abordar… Yo me quedé igual que Jacinto Cenobio, pensando y fumándome un recuerdo… Nos vemos luego.


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