Desconocidos en casa

Seguro nada te aterraría más que despertar una mañana y encontrarte muchos desconocidos dentro de tu casa, comiendo en tu mesa, andando por los pasillos y sentados frente a tu televisor. ¿Qué harías en esta situación?

Muchos viven exactamente esto cada día, no porque entre un intruso a la casa, sino porque sus propios familiares tienen vidas totalmente desconocidas.

Vale la pena preguntar… ¿Qué tanto conoces a tu familia?

Vernos las caras a diario y compartir un mismo espacio nos lleva a ser sólo personas que coinciden en un plano físico, pero la realidad es que no conocemos del todo a quien está sentado junto a nosotros.

¿Sabes cuál es la banda favorita de tu hijo? ¿Qué hacía tu padre cuando era joven? ¿Sabes si a tu madre le quedan sueños por cumplir? ¿Conoces la historia de vida de tus abuelos? ¿Dónde y cómo se conocieron tus padres? ¿Si alguien en tu familia tiene sueños incumplidos? ¿Tus hermanos, de verdad están bien? 

Hoy en día, estamos tan inmersos en las redes sociales que conocemos más la vida de cualquier famoso o celebridad, que la de la persona con que compartimos la mesa, hasta sabemos los secretos y detalles de las relaciones personales de vidas ajenas.

¿Qué dice eso de nosotros?

Que cada día desaprovechamos la oportunidad de conocernos, cada uno viendo su propia serie, con las puertas cerradas de cada habitación, con el celular en la mesa, la falta de actividades compartidas y, sobre todo, la falta de diálogo.

Muchos dicen que la familia es para siempre, pero hazte un favor y no creas esto, que la familia no es eterna y no lo digo por la muerte que puede separarlos, sino por dejar de cultivar aquello que los une, que es el amor.

La muerte no hace que el angelito que tienes en el cielo deje de ser tu familia, pero la falta de amor sí. Hace una realidad que las familias puedan distanciarse, separarse, romperse.

Debo decirte que ignorarnos las 24 horas del día y no preocuparnos por saber del otro, es una completa falta de amor, que ocasiona muchos conflictos, porque jamás podremos comprendernos del todo.

Solemos bajar tanto la guardia con nuestra familia, que nos confiamos, y creemos que sin importar qué tanto discutimos, nos ignoramos y dejamos de pedir perdón, ellos seguirán ahí, para siempre. 

Sin embargo, para que el amor que los une, prevalezca, debes cultivarlo cada día, preocupándote por quienes amas, demostrándolo con atención y gestos de bondad, siendo equipo… No piedra de tropiezo, calor de hogar… En lugar de cuatro frías paredes, siendo compañero de viaje en esta vida y el mismo transporte cuando se les agoten las fuerzas. 

Demostrando que pueden contar contigo y dándote tiempo cada día de conocerles un poco más, porque estamos a unas cuantas preguntas, unas cuantas tazas de café y charlas de sobremesa, para dejar de ser desconocidos que viven bajo un mismo techo.