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Opinión

Depurar la policía… ¿y luego?

El Puente.

Fue muy claro el sentir de los sinaloenses durante la pasada campaña político-electoral que llevó a Quirino Ordaz Coppel a la gubernatura de Sinaloa: El problema número uno del estado sigue siendo la inseguridad.

Sencillamente, no hay programa ni acción de gobierno que pueda funcionar si la autoridad no es capaz de salvaguardar la vida y el patrimonio de los ciudadanos.

De ahí depende todo lo demás.

Por ello, ante la magnitud de la violencia generada por grupos armados al servicio del crimen, el gobernador de Sinaloa hizo lo que tenía que hacer: solicitar el apoyo del Gobierno de la República.

Y así fue. En la primera oportunidad, Quirino Ordaz planteó al Presidente Enrique Peña Nieto la urgente necesidad de enfrentar a fondo el problema y no sólo “administrarlo”, como ha ocurrido hasta ahora.

Para ello, en primera instancia, se acordó la implementación de un plan integral que permita atacar de raíz el cáncer social que mantiene en la zozobra a los sinaloenses, y que en buena medida se debe a la corrupción que impera en los cuerpos de seguridad, pero también en otras áreas del servicio público estrechamente ligadas al tema.

En ese sentido, el Presidente de la República dio instrucciones a los secretarios de Gobernación, Defensa Nacional, Marina, PGR y Policía Federal, de coordinar esfuerzos para atender el llamado del Gobernador de Sinaloa.

Y como parte de las primeras acciones de dicho plan, se acordó el relevo inmediato de los mandos civiles en las corporaciones locales.

Con ello, el primer mensaje fue contundente y también coincide con el sentir de los sinaloenses: La policía de Sinaloa no es confiable.

Así, desde los primeros días de la administración de Quirino Ordaz, las secretarías y direcciones de Seguridad Pública del estado y los principales municipios fueron puestas bajo responsabilidad de exmilitares de alto rango y de total confianza del Ejército.

El grupo que ahora tiene el mando de la Policía Ministerial y corporaciones preventivas municipales está encabezado por el General de Brigada, Diplomado de Estado Mayor Retirado, Genaro Robles Casillas, quien personalmente supervisa las acciones encomendadas.

Ahora, las fuerzas armadas juegan un papel preponderante en la lucha contra la inseguridad en Sinaloa, aunque esta decisión ha sido criticada por algunos representantes de organismos defensores de derechos humanos y partidos políticos, quienes argumentan que la militarización de la policía ya ha fracasado en otros gobiernos.

También señalan que el personal militar no está entrenado para las labores de patrullaje en zona urbanas, y quizás no les falta razón, pero hay que reconocer que hasta ahora no hay otra institución más confiable para realizar esta difícil tarea.

Ahora bien, hay que decir que el Ejército no está actuando solo en apoyo a las autoridades de Sinaloa, sino en estrecha coordinación con la Secretaría de Marina, PGR y con el respaldo y acompañamiento legal de la Secretaría de Gobernación.

El gabinete de Seguridad en pleno diseña, analiza y perfecciona las estrategias de combate al crimen, en colaboración con las autoridades estatales, y una de las principales acciones ya está en marcha con la depuración y profesionalización del personal operativo.

A partir de esta semana se reincorporan a sus respectivas corporaciones los primeros grupos de agentes estatales y municipales que lograron concluir su preparación en el Centro de Adiestramiento Regional de la Secretaría de la Defensa, en Mazaquiahuac, Tlaxcala, lo que permitirá reforzar los operativos y acciones para la prevención del delito.

Se sabe que en breve será enviado a Tlaxcala otro grupo de policías, hasta cumplir con la encomienda de elevar el nivel de preparación táctica de todos los elementos activos. 

Pero hay que tener en cuenta que si lo que se busca es mejorar los resultados en la lucha contra la inseguridad, además de insistir en la depuración, capacitación y equipamiento de las corporaciones, las autoridades deberán procurar mejorar los salarios y prestaciones sociales para los policías.

Porque no bastaría con quitar a los malos, si los que se quedan no mejoran su calidad de vida y la de sus familias… De otra manera, siempre habrá quien pague mejor por sus servicios.

GRAFITI

El General no olvida. No es común que el Secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos, visite un estado con tanta frecuencia como ha ocurrido en los últimos meses con Sinaloa.

Si bien, el General Coordina y supervisa muy de cerca las acciones de las Fuerzas Armadas en esta región, sobre todo desde el recrudecimiento de la violencia en la zona serrana, y recientemente en el centro de la entidad, hay otro asunto de gran importancia en su agenda que lo trae por acá. 

Quienes lo conocen, aseguran que otro de los motivos por los que el Secretario de la Defensa Nacional viene con frecuencia a Sinaloa tiene que ver con un compromiso que hizo público, una acción pendiente, nos dicen, de elemental justicia.

No es difícil imaginar de que se trata… Lo veremos pues, más seguido en Sinaloa.

Twitter: @victortorres_mx


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