Depresión y Ansiedad

Valeria Sabater, psicóloga española, habla de “la antigua cura griega para la depresión y la ansiedad”.

La depresión y la ansiedad son dos de los mayores retos en materia de salud. La Organización Mundial de la Salud estima que en el 2030 serán el principal problema. Estudios recientes, como el realizado por el King’s College de Londres (considerado como el mayor estudio sobre depresión y ansiedad), nos indican que entre el 30 y el 40% del riesgo de depresión y ansiedad es genético y del 60 al 70% se debe a factores ambientales (familia, escuela, etc.).

Nicholas Kardaras, un psicólogo clínico conocido por su labor divulgadora en materia de salud mental nos dice: “Estamos perdiendo nuestras prioridades existenciales… Buscamos la felicidad en productos con obsolescencia programada… Nos estamos aislando cada vez más, somos una sociedad hiperconectada que sin embargo, se siente más sola que nunca”.

Sin embargo, hay pueblos, como el de Kaluli en Papua Nueva Guinea, que presentan un índice de depresión nulo o inexistente. Esta comunidad aplica una filosofía de vida muy básica que le permite ganar en bienestar. Tienen lo que se conoce como la cura griega para la depresión, y consiste en lo siguiente:

Una dieta rica en omega 3. Alimentos como las nueces, el aceite de oliva, el salmón, las semillas de chía actúan como auténticos neuroprotectores. 

Ejercicio regular, una caminata de 30 minutos diarios, por ejemplo.

Estar en armonía con la luz solar. Nos rodeamos de la luz artificial en nuestros centros de trabajo y los dispositivos electrónicos. Este tipo de luz afecta de modo directo a nuestro descanso y, en consecuencia, nuestra salud.

Realizar tareas que te gusten. No se trata de caer en el hedonismo, pero es necesario estar en contacto con nuestras aficiones, sintiéndonos libres, alegres y creativos.

Y finalmente, las discusiones dialécticas. La dialéctica es el arte de confrontar, escuchar, debatir, relativizar, aprender, renovar ideas, descubrir propósitos… Implica ante todo, tener contactos sociales enriquecedores que nos aporten nuevas perspectivas, que nos desafíen con su energía, vitalidad y optimismo.

Estos pilares de la “cura griega” para la depresión no pueden ser más sencillos. Mucho más que un botiquín de primeros auxilios es una invitación a crear nuevos estilos de vida: generar un proyecto donde situarnos como protagonistas para buscar y trabajar en nuestro bienestar. (Hasta aquí Valeria Sabater).

Comentario de JPR:

Lo que Valeria Sabater nos trae de lo publicado por el psicólogo Nicolás Kardaras, es extraordinario.

En realidad es una crítica a un modo de vida (de EU) que afecta el crecimiento intelectual de los niños con sus medios, como la tele principalmente, pero es también el descubrimiento de culturas primitivas armónicas, en sintonía con la naturaleza física interna y con la luz solar desde la infancia.

Sus recomendaciones sobre la alimentación, la armonía con la luz solar, las tareas que nos gusten y especialmente sobre la dialéctica, son fundamentales.

Es algo extraordinario encontrar la visión de un método comunitario sencillo y eficaz contra la ansiedad y la depresión. 

Piénsele bien y seguiremos platicando.

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