Cerebro Femenino y Masculino

La psicóloga española Carolina López de Luis nos dice que existen muchos mitos en torno al funcionamiento del cerebro y sus capacidades. También se ha hablado mucho sobre las diferencias en las funciones entre un hemisferio y otro, y sobre las diferencias entre el cerebro masculino y femenino... pero ¿Qué hay de cierto en todo lo que se ha dicho sobre este tema? 

Las evidencias científicas entorno a la diferencias fisionómicas y funcionales del cerebro entre ambos sexos no son tan claras como hace unos años se intuía.

• Se dice que los hombres tienen el cerebro más grande que las mujeres, porque un estudio realizado por Witelson encontró que el cerebro de los hombres pesaba 130 gramos más que el de las mujeres, pero nunca se ha podido demostrar que el tamaño está directamente relacionado con la inteligencia.

• Se dice que el hipocampo es habitualmente mayor en las mujeres y la amígdala en los hombres según un estudio conducido por Cahill en 2006. El hipocampo está relacionado con funciones como la de la memoria inmediata y la amígdala con las emociones y la agresividad. Por ello se cree que las mujeres son mejores en el procesamiento emocional y que tienen más capacidad para entender y procesar sus emociones. 

Las diferencias entre sexos siempre ha sido un tema polémico, pero la realidad es que algunas afirmaciones avaladas por ciertos estudios científicos están sobredimensionadas. 

Es necesario conocer la fuente original de la información y poner todos los datos en perspectiva para no dar por ciertos a los mitos populares, como el que asegura que el funcionamiento del cerebro femenino es más equilibrado. 

John Gray, el autor del best-seller “Los hombres son de Marte y las mujeres de Venus”, en su secuela “Por qué chocan Marte y Venus” escribe que los hombres solo utilizan un hemisferio cerebral a la hora de realizar tareas mientras que las mujeres utilizan ambos. De esta forma, justifica ese mito tan conocido y que da para tantas bromas: “los hombres solo pueden realizar una tarea a la vez”. Detrás de esta afirmación se esconde una conclusión simplista y sin aval científico sobre un hecho, además, cuestionable.

La realidad es que ni las diferencias entre los sexos son tan marcadas como lo son entre los individuos en general y, probablemente, gran cantidad de estas diferencias se deban a la influencia cultural, la crianza y la educación recibida. 

Es importante interpretar la información con rigurosidad, para evitar extender creencias que no son del todo ciertas y acercarnos un poco más a la igualdad de oportunidades y al aprovechamiento del potencial de ambos sexos. (Hasta aquí Carolina López).

La aproximación al tema de las diferencias hombre-mujer en cuanto a su función cerebral, en el contexto de la influencia de la cultura y la sociedad, que afectan a la familia, la iglesia y la escuela, donde crecen y aprenden sus roles los niños y las niñas, es de una importancia racional y científica innegable.

Así como también la presentación de las diferencias hombre-mujer comparadas con las diferencias individuales sin importar el sexo, hace que nos detengamos a pensar más detenidamente en que los hombres y las mujeres no son tan diferentes en su función cerebral per se, cosa que se ha hecho creer a los humanos durante miles de años prácticamente en todas las culturas.

Piénsele bien y seguiremos platicando.

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