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Opinión

Aikido Verbal

Pensándolo Bien.

Edith Sánchez, periodista colombiana, nos dice que el aikido verbal es una técnica derivada del aikido como arte marcial. Este último nació en el Japón moderno, de la mano de un maestro del combate llamado Morihei Ueshiba. Se basa en el principio de que en situaciones de conflicto lo que se debe buscar es la neutralización del contrario, evitando hacerle daño.

Los promotores del aikido verbal indican que, al recibir una agresión de palabra, lo primordial es preservar nuestro propio bienestar. Un ataque verbal puede desatar un huracán de emociones y confundir la mente. Por eso es fundamental mantener la serenidad y enfocarnos en el propósito de resolver el problema, no de agrandarlo.

Lo primero entonces es no reaccionar de forma automática, sino más bien emplear la fuerza del ataque para dar un giro y ubicarnos en el mismo lugar hacia donde está mirando nuestro atacante.

El aikido verbal contempla algunas técnicas específicas para enfrentar un ataque. Se trata de mecanismos que han probado ser eficaces para sortear ese tipo de situaciones. Están inspirados en movimientos del arte marcial.

· Consentir y ceder. Se emplea cuando el ataque realmente no nos pone en riesgo y se ha vuelto repetitivo. El trabajo es más interno y consiste en impedir que el ataque verbal nos cause daño.

· Ceder y mantenerse en la posición de partida. Implica reconocer que en la exposición del otro puede haber parte de razón, pero conservar el punto de vista propio y hacerlo saber. 

· Responder a la agresión con una pregunta. Esto tiene dos ventajas. Por un lado, permite que el otro evalúe lo razonable del ataque y nos da un pequeño margen de tiempo para calmarnos y no reaccionar violentamente también. Es adecuado cuando hay duras ofensas personales.

· Confrontación. Es una técnica para ponerle un freno a una falta de respeto o a una agresión verbal desmedida.

Finalmente, lo que busca el aikido verbal es una gestión inteligente del conflicto. Sin gastar energías en lo que no lo merece y gastando solo las necesarias en lo que sí merece atención. (Hasta aquí Edith Sánchez).

Comentario de JPR:

Todas las prácticas de lucha japonesas se basan en el uso de la energía del contrario para la defensa o el ataque, el aikido no es la excepción ni lo pretende.

En este texto de Edith Sánchez, se intenta usar la técnica del aikido en la práctica verbal, lo cual es una buena idea cuando da resultado. Pero como toda disciplina compleja, necesita de una preparación y práctica antes de intentar aplicarla sin entrenamiento previo.

Teniendo estas precauciones, que incluso Steven Segal aprobaría como maestro mundial en aikido, es más probable que el aprendizaje sea productivo. Y felicidades.

Por lo demás, las recomendaciones aquí mostradas suenan bastante bien como una técnica verbal relacionada con el aikido. 

Sin embargo, nos sentimos obligados a advertir que el tratar de aplicar las recomendaciones de este texto en la vida cotidiana, sin tener un aprendizaje y prácticas previas dirigidas por quien conozca bien la técnica, como se da en escuelas de Argentina, Brasil y Perú, el resultado sería desastroso, tanto en la práctica física como en la verbal del aikido.

Piénsele bien y seguiremos platicando.

jperezrobles@gmail.com


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