Acéptate a ti mismo

Ámate y acéptate tal como eres. Apóyate, confía en ti… tu existir será más útil y más valioso si sientes amor por ti.

Acepta tu cuerpo, tu peso, tu altura, tu aspecto, tu sexualidad. Valora tus errores y tropiezos, que no han sido errores ni tropiezos, sino experiencias que te han ido templando y fortaleciendo para continuar tu vida, con más sabiduría.

Acepta todo lo creado por ti, tu pasado, tu presente y proyecta tu futuro, dentro de lo que puedas, para evitar angustias o situaciones no deseadas.

Tú eres una expresión divina y magnífica de la creación y mereces lo mejor. Dios te dio talentos para salir adelante en tu vida… Descúbrelos, no los desperdicies, utilízalos y, sobre todo, acéptate a ti mismo. Eres un ser único e irrepetible. Valórate y ámate tal como eres, consciente de que cada día puede ser muchísimo mejor.