Viene de cuna humilde y quiere salir adelante: “Ruso” Montes

Los Mochis, Sin.- José Luis Montes Gil, mejor conocido en el mundo del boxeo como “El Ruso”, es además de sus 3 hijos, padre de varias generaciones de niños y jóvenes que han pasado por su humilde gimnasio en la colonia Adolfo López Mateos.

Este hombre, busca que los niños y adolescentes encuentren una razón positiva para concentrar sus vidas, fortalecer su confianza y hacerles ver que pueden lograr todo lo que deseen a pesar las dificultades.

Este empeño se debe a su propia vida, ¿sabe por qué?, porque él mismo desde pequeño vivió adversidades, pobreza y abusos por parte de quienes se beneficiaron de su inocencia e ignorancia como boxeador.

Él inició como entrenador -casi sin saberlo- desde niño, cuando llenó un costal de arroz con ropa e invitó a tres amigos a entrenar en un espacio que tenía en su casa con su abuela.

A los 13 años, el entrenador “Chamaco” Castillo vio su potencial y lo invitó a entrenar para que pudiera subirse a un ring, como era su sueño infantil.

Al poco tiempo “Chamaco” Villa lo invitó a entrenar en otro gimnasio donde “El Indio” Medina lo hizo debutar en el box amateur a esta tierna edad, siendo su oponente un hombre de 27 años, a quien a pesar del temor que le tenía, logró vencerlo rápidamente.

Cuando cumplió los 16 años de edad lo invitaron a una pelea de box profesional a Tijuana, Baja California, oportunidad que no dejó pasar, pues, en ese momento, las fuertes lluvias que azotaron al municipio debilitaron aún más su endeble vivienda de lámina de cartón y madera en la que vivía con su abuela.

Y, ante la promesa de que le darían dinero para comprar la lámina y los clavos que necesitaba, se fue sin permiso. En la pelea perdió ante un boxeador experimentado y en su mero apogeo profesional. Pero él estaba feliz porque le iban a pagar.

Ya de regreso en Los Mochis, llegó primero a la casa de unos vecinos, por temor a que su abuela lo fuera a regañar severamente, sin embargo, el recibimiento de ella lo sorprendió y motivó a continuar con su carrera.

“Fue para allá a donde yo estaba y me dijo: no, no te preocupes, no te voy a pegar, porque sé que andabas haciendo algo bien. Y me dio mucho sentimiento porque, en lo que yo… en lo que yo fui a pelear (se le quiebra la voz), ella me hizo un short, un short de boxeo, me lo cosió, y cuando llegó ahí, llegó con ese short cuando llegó con esa familia… Yo le dije: mira mamá, pues, tenemos para un bulto de lámina. Y, así, empezó mi carrera”, narró el experimentado boxeador.

En ese momento le hizo una promesa a su abuela: construirle una casa de material con el boxeo.

La carrera del “Ruso” Montes estuvo llena de altas y bajas, muchos abusos por parte de promotores que se aprovecharon de su necesidad e ignorancia.

Un claro ejemplo fue su salto a los escenarios de los Estados Unidos, donde la primera vez lo pasaron de manera ilegal para que peleara ante el campeón mundial Antonio Pitalúa en Los Ángeles.

En esa pelea pesaba 55 kilogramos, mientras que su oponente rondaba en los 67 kilogramos. Pero, ante la necesidad de ganar dinero, le rogó a los promotores que le ayudaran a dar el peso y poder pelear, éstos le llenaron el short con monedas y hasta celulares para que aprobara la báscula.

Además, otra de las motivación que tenía, fue que le prometieron 500 dólares si superaba el tercer round ante Pitalúa, ya que ningún peleador le había superado ese capítulo.

El Ruso sí pudo, se mantuvo firme y de pie en el escenario del foro de Inglewood, por hambre y necesidad, factores que, dice, forman parte de un boxeador. Pero esta misma humildad es el talón de Aquiles del que se aprovechan los que viven de esta disciplina.

“En el boxeo pagado hay muchas personas que roban, que abusan de la humildad del boxeador, porque el boxeador viene de cuna humilde, el boxeador normalmente sale de las casas más humildes y lo hace porque quiere ganar dinero y quiere salir adelante”, expresó el expugilista.

Esta pelea le abrió las puertas a los escenarios estadunidenses, Tony Curtis y Ezequiel Ovando del foro de Inglewood, lo ayudaron a sacar la visa para que peleara en otras 9 ocasiones en esta arena, siendo el único mochitense que lo ha hecho hasta la fecha.

A pesar de que se retiró del boxeo profesional en el 2003, durante su carrera se enfrentó en el ring con los campeones mundiales: Gregorio “Goyo” Vargas, José Luis Castillo, Jesús Salud, Shane Mosley, entre otros más.

Sus buenas y malas experiencia dentro de esta disciplina le permiten en la actualidad, ayudar a niños y jóvenes que buscan hacer carrera en esta disciplina  a cuidarse de los oportunistas del boxeo y mantenerse firmes para conseguir grandes títulos dentro del box olímpico.

Además, a través de este deporte también tiene como fin rescatar a los menores de las adicciones, las malas compañías, fortalecer sus valores y autoconfianza pero, de esta misión que él mismo se ha encomendado, le estaremos detallando en la próxima edición en Luz Noticias.

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