Sequía, precios bajos y competencia desigual hunden al campo mexicano; productores piden un nuevo acuerdo nacional

12/29/2025 02:20:00 p. m.

La agricultura mexicana atraviesa una crisis estructural que amenaza la seguridad alimentaria del país y exige un replanteamiento urgente de la política pública para el sector, advirtió la Confederación de Asociaciones Agrícolas del Estado de Sinaloa (CAADES), al presentar su diagnóstico agrícola 2025 y los principales desafíos para 2026.

Jesús Rojo Plascencia, dirigente de la CAADES, indicó que la sequía histórica, bajos precios internacionales, altos costos de producción y una competencia desigual frente a Estados Unidos confluyeron para convertir a 2025 en uno de los años más complicados para el campo, tanto a nivel nacional como en Sinaloa, una de las principales regiones productoras de granos.


Uno de los años más complicados para el campo

Entre los elementos más críticos se encuentra la sequía sin precedentes que afectó al país y redujo de forma histórica la disponibilidad de agua en las presas de Sinaloa.

A ello se sumó la continuidad de precios internacionales deprimidos en los granos, derivados de una sobreoferta mundial, situación que impacta directamente a México por su integración comercial bajo el T-MEC.

Jesús Rojo Plascencia agregó que otro factor determinante fue la apreciación del peso mexicano en alrededor de 15%, lo que redujo el ingreso de los productores al bajar el valor de los granos y de las exportaciones hortofrutícolas.

Paralelamente, los costos de producción se incrementaron de manera desproporcionada, particularmente en fertilizantes, por problemas en los mercados internacionales y fallas logísticas y de infraestructura de Pemex.

Asimismo, señaló la desventaja competitiva frente a Estados Unidos, luego de que el gobierno de ese país destinara 12 mil millones de dólares en apoyos extraordinarios a sus agricultores, profundizando las asimetrías entre socios comerciales.

"2025 ha sido uno de los años más críticos para la actividad agrícola de México y Sinaloa. Se conjuntaron una serie de factores que afectaron negativamente entre ellos la sequía sin precedentes y con un impacto histórico, los precios bajos, la competencia dispareja con Estados Unidos, vemos impactos muy negativos al no tener el mismo tipo de subsidios. La alza desproporcionada de los precios de los fertilizantes y las semillas, todo estilo vino a conjugar para que tuviéramos un resultado de falta de circulante", expresó.


Cayó 35% la superficie sembrada

El dirigente de la CAADES manifestó que este entorno adverso se reflejó en una drástica reducción de la superficie sembrada. En Sinaloa, la caída fue de aproximadamente 35%, afectando principalmente al maíz, cultivo estratégico para la seguridad alimentaria.

Durante el ciclo agrícola, la producción estatal de maíz fue de apenas 2 millones 225 mil toneladas, equivalente a una tercera parte de un ciclo normal. Pese al bajo volumen, la comercialización enfrentó serias complicaciones, lo que obligó al gobierno federal a otorgar un apoyo extraordinario de 500 pesos por tonelada, limitado a 400 mil toneladas.

En el sector hortofrutícola, aunque se logró abastecer el mercado nacional y sostener el volumen de exportaciones a nivel país, Sinaloa registró una caída significativa en el valor de sus ventas al exterior, debido a precios desfavorables en Estados Unidos y a la imposición de una cuota compensatoria al tomate a partir de julio.

Para 2026, la CAADES anticipa desafíos de gran magnitud. Entre ellos, la revisión o renegociación del T-MEC, donde el sector agrícola demanda la eliminación de la cuota compensatoria al tomate y la prevención de nuevas barreras al comercio.

También subrayó la necesidad de alinear el Plan México con una política agrícola sólida que fortalezca la producción de granos básicos como maíz, trigo, frijol y arroz, lo cual requiere presupuestos suficientes para crédito accesible, investigación, transferencia de tecnología, agricultura regenerativa y apoyos a la comercialización.


Uno de los puntos clave es la creación de esquemas que ordenen la comercialización del maíz, mediante un precio garantizado que involucre a gobierno, productores y compradores, y que asegure rentabilidad al productor y certidumbre a toda la cadena.

Asimismo, urgió a destrabar pagos pendientes de ciclos anteriores, como los apoyos de 750 pesos por tonelada del ciclo OI 2023-2024 y los complementarios al trigo.

La CAADES reiteró que sus planteamientos ya fueron presentados ante autoridades federales y estatales, y enfatizó que el futuro del campo mexicano depende de una política pública construida desde el consenso, sin exclusiones ni imposiciones, que permita producir más alimentos y reducir la dependencia de las importaciones.

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