México | 09/22/2025 10:42:00 a. m. | Adriana Ochoa
Septiembre no solo es mes de celebraciones patrias y tradiciones en México, también representa uno de los momentos más espectaculares para los paisajes naturales del país. Las lluvias intensas que caracterizan a este periodo alimentan ríos, lagos y cascadas, ofreciendo postales únicas a viajeros y amantes de la naturaleza.
De acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), entre julio y septiembre se registran en promedio hasta 800 milímetros de lluvia en regiones del occidente, centro, sur y sureste del país, y cerca de 300 mm en la Mesa del Norte.
Estos acumulados provocan un aumento notable en los caudales de agua, lo que se refleja en cascadas imponentes y paisajes más verdes.
Cascada Velo de Novia, Estado de México
Ubicada en Valle de Bravo, es una de las más visitadas. Con una caída de 35 metros, durante septiembre su caudal se intensifica, formando un lago rodeado de encinos y pinos. Se recomienda llegar con ropa cómoda para senderismo y aprovechar las primeras horas del día.
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Cascada de Piedra Volada, Chihuahua
Considerada la cascada más alta de México, alcanza 463 metros de caída. Solo se forma durante la temporada de lluvias, lo que la convierte en un espectáculo natural efímero y majestuoso en la Sierra Tarahumara.
Cascada Cola de Caballo, Nuevo León
Ubicada en la Sierra Madre Oriental, es uno de los principales atractivos turísticos de la región. Con 25 metros de altura, en septiembre muestra un caudal especialmente vistoso, rodeado de montañas y vegetación.
Cascada Misol-Ha, Chiapas
De 30 metros de altura, esta caída de agua desemboca en una poza profunda de tonos azulados rodeada de selva alta. La vegetación y fauna endémica completan el paisaje, convirtiéndola en uno de los principales destinos naturales del sur de México.
La temporada de lluvias no significa un freno para las actividades al aire libre. Al contrario, septiembre ofrece la oportunidad de recorrer senderos, practicar deportes de aventura y disfrutar de paisajes en su versión más imponente.
Así, mientras el otoño comienza a dar sus primeras señales, la naturaleza mexicana se abre en cascadas y ríos desbordantes que invitan a recorrer el país con una nueva mirada.